Este blog refleja mis vivencias como maestra de baile desde hace mas de treinta años y algunas reflexiones a las que me ha llevado mi edad y mis experiencias personales.
Espero que estos textos os hagan pensar y que algunas personas los encuentren enriquecedores para su vida y su profesión.



domingo, 22 de abril de 2018

LAS CERVICALES - CUIDALAS A CUALQUIER EDAD


CUIDA TUS CERVICALES, SON UNO DE LOS PUNTOS MAS DEBÍLES, PERO MAS IMPORTANTES, DE NUESTRA COLUMNA VERTEBRAL.

 

Todos somos conscientes de la importancia que tiene la columna vertebral, para cualquier ser vivo. Es uno de los primeros órganos que se forman en la concepción, y nos acompaña hasta el final de nuestros días.

La columna vertebral es nuestro soporte, y el mecanismo que nos permite mantenernos de pie, pero debemos ser conscientes de sus limitaciones, sobre todo con el paso de los años.

Una buena musculatura es el mejor “Corset” para nuestra columna, a menudo, nos quejamos de molestias y dolores, sin ser conscientes que nuestros malos hábitos son los que nos han llevado a esta situación. Una vida sedentaria, malas posturas, esfuerzos por encima de nuestra capacidad, o en el peor de los casos, algún traumatismo, hacen que la columna se resienta.

 
La mayoría de las personas, han sentido alguna vez molestias en la espalda, casi siempre son pasajeras y no le damos mucha importancia. Las zonas mas habituales suelen ser Lumbares y Cervicales. Las Lumbares con sus reflejos en el Nervio Ciático y las Cervicales con síntomas de lo mas variados.

En este post quiero analizar precisamente esas molestias que sentimos por algún problema cervical.

Debemos tener en cuenta la compleja estructura que forma nuestra Columna Vertebral. Los discos vertebrales son una compleja obra de ingeniería de la naturaleza, su peculiar forma alberga la medula espinal, responsable de conducir los impulsos nerviosos del cerebro, a los nervios, músculos y tendones que controlan y manejan todo nuestro cuerpo.

Los discos intervertebrales hacen la función de amortiguadores, son almohadillas flexibles que permiten la movilidad de las vértebras entre si. En la juventud los discos son esponjosos y altos, permitiendo a nuestro cuerpo, hacer movimientos amplios, rotaciones y esfuerzos que, con el paso de los años, se ven cada vez mas limitados.

Un buen trabajo muscular previene muchos de estos síntomas. Cuanto mas fuertes y elásticos son nuestros músculos, mayor será la protección que ejercerán sobre nuestra columna y articulaciones. Como habréis observado, he unido fuerza y elasticidad, parecen términos contradictorios, pero es todo lo contrario. El concepto de musculatura excesiva, sin movilidad, que se desarrolla en las sesiones de potencia, ayudan a limitar la movilidad de nuestros huesos y con esa rigidez llegan los desgastes excesivos y los dolores por exceso de tensión.
 
La musculatura correcta es la que encuentra su equilibrio entre tonificación y elasticidad, una musculatura que sostenga nuestros movimientos, pero no los limiten. Hay un infinidad de actividades físicas que nos ayudan a obtener este tipo de musculatura, solo debemos asesorarnos y seleccionar la mas adecuada a nuestra edad y estilo de vida.
Como os decía antes, las dos zonas que habitualmente dan la señal de alarma suelen ser Lumbares o Cervicales, estas ultimas para mi, son las grandes desconocidas, por eso me gustaría centrar este relato en ellas.
 

La zona Cervical está formada por 7 vértebras, el atlas, el axis y cinco vértebras mas, que sostienen nuestra cabeza y la unen al cuerpo. Un complejo entramado de músculos y nervios, completan esta zona tan importante, que sirve de arranque a nuestra motricidad.

Los canales cervicales esconden, además de los centros nerviosos, las arterias occipitales y vertebrales, encargadas de llevar el riego sanguíneo al cerebro, los ojos y los oídos. Dicho así puede parecer obvio, lo que debemos tener en cuenta, es que el cuello es una de las zonas mas débiles de la columna vertebral y que sus discos sufren infinidad de agresiones en el día a día.
 
Las malas posturas son mas habituales de lo que queremos pensar, trabajo, descanso y los tan populares mecanismos electrónicos, favorecen las malas posturas y el desgaste de los discos intervertebrales.

Las tensiones y problemas no se quedan atrás, el estrés hace que las cervicales sufran mas de lo que deberían. En la juventud parece que somos invencibles, nada es un problema, y muchas veces no le damos importancia a las señales de aviso, pero el paso de los años y los cambios biológicos, que sufre irremediablemente el cuerpo humano, hacen que cada vez sea mas difícil sobrellevar los problemas que nos causan las cervicales.



Mareos, nauseas, dolores de cabeza, somnolencia y hasta perdida de visión, son algunos de los síntomas que aparecen cuando nuestras cervicales tienen problemas. Al reducirse o pinzarse los espacios ínter cervicales, a menudo las arterias que pasan por ellos tienen problemas para mantener su normal flujo, reduciendo el riego sanguíneo, de ahí los síntomas que os he contado. Muchas veces no somos conscientes de la raíz del problema y buscamos las causas de estos síntomas en otra parte, cuando un buen trabajo cervical ayudaría a solucionar el problema.

 
Como os he dicho, hacer ejercicio es muy bueno, mantener el tono muscular activo y bien tonificado, ayuda a prevenir muchos problemas, pero debemos tener en cuenta el paso de los años y las limitaciones que la edad nos impone.

En juventud la movilidad de la zona cervical nos permite una inclinación tanto delante como detrás de unos 40º, lateral algo mas cerca de los 70º y una rotación de casi 90º.

Con la edad estos porcentajes se reducen bastante, la rotación superior a los 45º produce mareos, pero lo mas incomodo es que no podemos llevar la cabeza hacia atrás sin marearnos, llegando a perder el equilibrio. Las arterias cervicales encargadas de llevar la sangre al oído, al verse comprimidas por el movimiento de la cabeza, reducen su caudal, y eso produce el sentido de mareo y desorientación.



Cuando tenemos esos síntomas, es importante hacerles caso, no forzar las cervicales y si estamos en clase, haciendo ejercicio, informar al monitor, que debe valorar la situación y adaptar los ejercicios a las necesidades del alumno.



Es habitual incluir en el calentamiento, ejercicios de movilización de las cervicales, pero no son aptos para todo el mundo, no para personas de cierta edad o personas con algún problema cervical. En esos casos, la movilización debe ser mas suave y reducida, dando prioridad a los estiramientos que alarguen y abran la zona posterior del cuello, cualquier movimiento que lleve el cuello hacia detrás, debe ser suprimido hasta que el alumno mejore su elongación cervical, y si aun así sigue sintiendo molestias, eliminados definitivamente de la rutina. Por la forma de las cervicales, con la movilización frontal, lateral y pequeñas rotaciones el trabajo del cuello es mas que completo.



Nuestro cuerpo es el mejor regalo que hemos recibido, lo debemos cuidar, ejercitar y escuchar. No olvidemos que el dolor es una señal de alarma, no es malo en si, los estiramientos a veces duelen, y no por eso son malos, pero si algo nos duele o notamos molestias al repetir esa acción, debemos consultar a un profesional que nos aconseje.

Médicos, fisioterapeutas, monitores, preparadores físicos y todos los profesionales que están a tu alcance, deben ser conscientes que los protocolos no siempre son validos, que cada persona es diferente y que a veces hay que escuchar para poder ayudar.

Mi consejo de hoy, es que te quieras, que escuches a tu cuerpo, y que esos años que parecen indestructibles, seas consciente que el tiempo pasa, y que una buena vejez, se trabaja desde jóvenes.

 

domingo, 1 de abril de 2018

¿TE DEFINES COMO "UNA PERSONA AGRADECIDA"?


DAR LAS GRACIAS Y SER AGRADECIDO, NO ES LO MISMO


 
Mucha gente confunde decir muchas veces la palabra “Gracias” con “Ser agradecido”.
Desde pequeños, nos educan a dar las gracias por cada acción que se recibe, te abren la puerta y das las gracias, te ponen la comida y das las gracias. Si tus padres te han dado una buena educación, te han enseñado a usar la palabra Gracias como reacción instintiva. Eso esta bien, ser educado, esta muy bien, pero la usamos demasiadas veces por costumbre, porque es lo correcto, pero esta vacía de contenido, es la palabra correcta y ya está.

Ser agradecido, es algo muy diferente, es un sentimiento, es algo que crece por dentro cuando te das cuenta que alguien ha hecho un esfuerzo por ti.

Mucha gente usa la palabra Gracias para no deber nada a nadie, con pronunciar esta palabra, la supuesta deuda, queda saldada y no hace falta volver a pensar en ello. Para cosas pequeñas o eventuales, esta claro que basta, pero muchas de esas pequeñas acciones, hechas por la misma persona y desde el corazón, deberían despertar algo mas en la persona que lo recibe.
 
El que hace la acción, seguramente lo hace por instinto, porque le sale de dentro, pero ....
¿Que pasa con el que recibe esas acciones?

Vivimos en una sociedad bastante escasa de valores, educamos a que todo es debido, que cada ser humano tiene muchos derechos, pero muy pocas obligaciones.

Educamos a la individualidad, a pensar en uno mismo y a no preocuparse mas que por sus propios intereses. Educamos y educamos, pero el legado es de dudosa consistencia.

Hemos creado una sociedad de “Autistas” gente que comparte un espacio con otra gente, pero no saben nada del que esta a su lado, y la verdad es que no le importa nada saber si esa persona esta bien o mal, si es feliz o si necesita ayuda.

Una sociedad efímera, donde la gente esta sujeta a la misma obsolescencia que se dice tiene la tecnología actual. Todo el mundo es prescindible, puede que te falte durante un breve lapso de tiempo, y luego pasa al olvido.

Esa falta de reciprocidad, para mi, la da la falta de esos valores, esos que se van fraguando día a día, con esas pequeñas acciones que te vinculan a alguien.

 
Esta sociedad ha creado seres humanos, con escudo “Anti otros seres humanos”, personas impermeables a esas pequeñas acciones, que de ser vistas y apreciadas, nos harían surgir sentimientos, reacciones y con ellas relaciones. Hoy en día se habla mucho de relaciones humanas, pero en el fondo se huye de ellas.

 
Todo lo que nos rodea es un gran escudo para fingir que tenemos un entorno de personas e intereses, pero la verdad es que la sociedad es un gran montón de personas solitarias, que disimulan y temen dejarse conocer.

Nuestros abuelos creaban esos vínculos en el día a día, cuando decían “Esa es una buena persona”, no se referían a cuanto se había gastado en alguien, eran acciones diarias que dejaban huella en cuantos le rodeaban. Hoy, se valora la gente en función de su dinero o sus títulos, pero pocas veces sus acciones.

Desde hace unos años se ha puesto de moda hablar de “Educación emocional”, esta claro que es, una de las carencias mas importantes del ser humano actual.

Ser agradecido, se puede incluir en ese Pack de valores que faltan, y que se deben trabajar desde la mas tierna infancia.

Cuando alguien hace algo, nos deberíamos preguntar entre otras cosas:

-         ¿Esta obligado?

-         ¿Le ha supuesto un esfuerzo?

-         ¿Porque a mi?

-         ¿He hecho algo para merecer esa atención?
 
Estas preguntas y otras cuantas similares, como poco, me harán pensar en la persona que ha actuado, en mi, y en el valor de esa acción.

Esta claro que al principio la respuesta será “Da igual” o “El/Ella es así”, pero igual que en el anuncio de trafico, en el que la niña se sorprende porque el Padre da las gracias al coche por parar, el que analiza esas acciones, poco a poco verá o mejor dicho, se dará cuenta, que cada acción tiene un valor.

Cada acción es importante, y muchas pequeñas acciones tienen un valor.

Cuando esas pequeñas cosas son negativas, se dice una frase muy común “Es la gota que ha colmado el vaso”, ¿Porque recordamos y le damos importancia a las cosas malas y no a las buenas?

Yo creo que es un fallo de la educación que se da actualmente, todo lo malo persiste, lo bueno pasa desapercibido. Hay mucha gente buena, pero nos gusta mas darle importancia a las cosas malas. Para mi, el verdadero valor de la vida, es tener una huchita llena de esos momentos que te llenan el corazón. La verdadera pobreza no es la falta de dinero, si no, de esos detalles, y la verdadera soledad, es no tener a nadie con quien crear esos vínculos.
 
 
Espero que estas líneas os ayuden a pensar un poco en el mundo que nos rodea, en la gente que pasa por nuestras vidas.

Cada día haceros estas preguntas:

-         ¿He hecho algo por alguien?

-         ¿Han hecho algo por mi?

 
Ponlo todo en una balanza y decide si te hace falta ampliar tus miras, y crear esos vínculos que un día, te harán sentir el corazón lleno.