Fin de
Año, recuerdos, deseos y muchos mensajes, es momento de Fiestas y de abrazos,
de Felicitaciones y de sonrisas. Yo este año he decidido que mi deseo sea que
cada uno sueñe con lo que quiere para el 2016, respire hondo y a por ello.
Feliz 2016!!!!
Este blog refleja mis vivencias como maestra de baile desde hace mas de treinta años y algunas reflexiones a las que me ha llevado mi edad y mis experiencias personales.
Espero que estos textos os hagan pensar y que algunas personas los encuentren enriquecedores para su vida y su profesión.
Espero que estos textos os hagan pensar y que algunas personas los encuentren enriquecedores para su vida y su profesión.
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jueves, 31 de diciembre de 2015
domingo, 27 de diciembre de 2015
SOLEDAD EN MULTITUD
Las palabras "solo o soledad", creo que son
los términos mas usados del diccionario de cualquier lengua. Son palabras que se usan habitualmente en estas fechas, en
frases tan bonitas como “Nadie debería estar solo en Navidad”, se usan como
amenaza cuando alguien dice “Te vas a quedar solo”, en frases aleccionadoras
“Mejor solo que mal acompañado” o en esos momentos que se callan y piensas “Que
solo me siento”. En cualquier caso, si hiciésemos un recuento de cuantas veces
se usa o se piensa, la palabra "solo" en una vida, saldría ganadora sobre
conceptos como felicidad, alegría y hasta amistad.
Estar solo o sentirse solo son dos conceptos
muy diferentes y no se deben confundir.
ESTAR SOLO
Es cierto que la soledad es algo que afecta a
mucha gente en nuestra sociedad, ancianos que están solos o lejos de sus
familias, niños que están alejados de sus padres y una infinidad de personas
que viven en soledad. Pasó a la historia esa forma de vida en la que nadie
estaba solo, si no quería. Era una sociedad en la cual las puertas de las casas
estaban abiertas para dar cobijo a esas personas que lo necesitaban, hoy en día,
eso está reservado solo a las películas. Nuestra sociedad es individualista,
cada persona es un núcleo aislado, que se une solo a los mas allegados.
El concepto de acercamiento es cada vez mas
efímero, un WhatsApp es suficiente para acallar tu conciencia y pensar que le
has dado un segundo de compañía a esa persona que, además, debe estar
agradecida por haberte acordado.
Hace años, si apreciabas a alguien, intentabas
tener un rato para ver a esa persona y si no, hacías una llamada de teléfono
para un rato de charla. Hoy esas visitas son cada vez mas escasas. Si formas
parte del circulo habitual, a lo máximo que puedes aspirar es a una conexión
On-Line en una de las redes sociales, si no formas parte de ese circulo
privilegiado, NADA.
¡Que Horror!!! ¿Donde está el contacto
humano, donde se quedó la necesidad de ese abrazo o de esa caricia de la
abuela?, ¿Donde está la necesidad de ver a la gente que te importa?. Tal vez,
ese es el problema, que la gente, cada vez importa menos.
La palabra soledad es un concepto muy
diferente a estar solo. Hay muchos motivos por los cuales alguien está solo y
no todos son negativos. A veces hace falta un rato a solas, ese rato para aclarar
tus ideas, para recuperar fuerzas o para encontrarte a ti mismo. Eso no es
malo, casi todo el mundo necesita un rato así, ese momento solo tuyo que yo
diría es hasta enriquecedor.
SOLEDAD
El concepto de Soledad es otra cosa, cuando
estás solo por tu propia voluntad, sabes que cuando quieras puedes volver a
estar con gente.
Estar solo por circunstancias de la vida, por
no tener familia o por estar alejado de la gente que te importa es triste. Les
añoras y la pena es muy grande, por desgracia ese dolor no lo acalla nada, ni
siquiera la buena voluntad de la gente que te quiera ayudar. Cada persona es
insustituible y si te falta alguien, no hay nadie que pueda llenar ese hueco.
Odio la frase “Nadie es imprescindible” eso será en el trabajo o en entornos no
afectivos, en esas circunstancias es aceptable, pero cuando se trata de
sentimientos, cada persona es única, cada uno tiene su sitio en el corazón y si
te falta alguien querido, eso es una herida que no se cierra, solo la ignoras
en algunos momentos.
Hay muchos motivos por los que la gente está
sola, pero para mi, hay un concepto que es igualmente duro y es “Sentirse Solo”
SENTIRSE SOLO
Sentirse solo es un sentimiento profundo, que
te invade poco a poco y que se instala en el corazón. Para mi es una de las
peores soledades, sentirte solo rodeado de gente, a veces, es insoportable.
No se si alguna vez habéis sentido esa
sensación de ser transparentes, la gente pasa por ti y por tu vida, pero tu no
existes mas que para cumplir con las expectativas de cuantos te rodean.
Trabajas, atiendes a los tuyos, hablas, sales y te rodeas de gente, pero.... en
algún momento te has perdido por el camino.
Te das cuenta que, aunque hablas, lo que
dices no es escuchado. Empiezas una frase y a veces ni la terminas, te das cuenta
que tu interlocutor está en otra cosa, incluso en mitad de tu frase, oyes ese
ronquido que te dice, cállate y vete a otro lado, lo que dices no le importa.
Al principio no le das importancia, te
repites, está cansada o es un mal momento. La mayor parte del
tiempo lo dedicas
a escuchar a los demás, eso está bien, si tienes la capacidad de escuchar,
tienes un Don y no se debe ser egoístas.
Escuchas y aconsejas a cuantos lo
necesiten, escuchas en casa, escuchas en el trabajo, al leer recibes
información, esa capacidad de escuchar es enriquecedora, absorbes la energía
que la gente te transmite, tanto la buena como la mala. Aprendes a filtrar la
mala y a quedarte con la energía positiva que la gente te da, pero en algún
momento te das cuenta que tu ya no estás. O mejor dicho, que has anulado esa
parte de ti mismo, que necesita expresar lo que piensa y lo que siente, sigues
ahí, pero tu esencia y tus sentimientos, lo que te hace humano, está tan
escondido en tu interior, que casi has desaparecido.
Un día te encuentras contándole tu vida a un
completo desconocido que te mira con cara de “A mi que me importa”, pero o
hablas, o estallas. Cuando te das cuenta de la situación es cuando empiezas a
preguntarte ¿que ha pasado?, eres un buen comunicador, ¿Porque ya no hablas de
ti o de lo que te pasa?
En ese momento, vienen a tu memoria un sin
fin de momentos, esa vez que necesitabas hablar y no encontraste con quien
hacerlo. Esa otra persona con la que parecía que habías conectado, habíais
mantenido largas charlas y un día te dice “Estoy harto de tus batallitas” o “me
he tenido que tragar todas tus mierdas”. El remate fue esa persona en la que
habías confiado y te das cuenta que usa tus confidencias para herirte o para
alguna acción en tu contra. Vaya humanidad!!!!
Poco a poco te has ido encerrando en ti mismo
y ya no confías en la gente. Te has acostumbrado a no decir lo que sientes o lo
que piensas, solo escuchas y ayudas en lo que puedes. Los sentimientos crecen
en tu interior como un gran bollo lleno de levadura, que desborda el molde y
que estalla en el horno. Tu sigues vivo y por mucho que quieras acallar esos
sentimientos, la vida sigue, las penas y alegrías pasan por ti generando
emociones, emociones que no puedes disfrutar ni contar, porque tu no importas.
Día a día estás ahí para quien te necesita,
eres fuerte y eso te hace aguantar, pero tienes la sensación que si alguien, en
algún momento te toca, te vas a romper en mil pedazos.
Esa misma sensación es la que hace que te
bloquees aún mas. Es paradójico, necesitas hablar y abrir tu corazón, pero
sabes que si lo haces te vas a arrepentir.
Es un circulo vicioso difícil de romper, cada
paso que das para acercarte a la gente te hace sentir mas solo, cada intento es
una nueva decepción. Buscas pequeñas válvulas de escape que te permiten
aguantar, pero sabes que son eso, válvulas de escape. Lo que te haría romper
ese circulo, es que algunas de esas personas que te han ignorado, personas que
te importan, demostraran un verdadero interés, pero como fiarte, ya te han
hecho daño antes, y ahí te quedas en medio de esa espiral sin saber como
romperla.
Supongo que alguien se habrá sentido
identificado con toda esa parrafada, creo que es una sensación mas común de lo
que la gente pueda pensar.
En nuestra sociedad hay de todo, gente
egoísta que solo piensa en si mismos, a esos les da todo igual, mientras ellos
estén bien todo está bien. Gente demasiado ocupada para reflexionar, sentir o
dedicarle tiempo a nadie y gente con esa sensibilidad a flor de piel, gente a
los que les importan los demás. Pobrecitos, esos son los que lo van a pasar
mal, ser sensible en una sociedad de buitres, es una de las peores cosas que te
pueden pasar.
Seas como seas, no eres inmune a la soledad,
a ese momento en el que necesitas alguien en tu vida y por mas que mires a tu
alrededor, ves un desierto emocional. Para algunas personas es una etapa
pasajera, para otros, es su forma de vida habitual, en cualquiera de los casos
es malo, duro y es uno de los peores momentos de la vida.
sábado, 12 de diciembre de 2015
RUFFIANI O PERSONAS DE CONDUCTA FELINA
Los Gatos son entrañables amigos peludos que
te conquistan el corazón. Sus carantoñas, expresiones, mimos, y trastadas nos
cautivan a la mayor parte de las personas que adoramos a los animales.
Quien ha tenido un felino en casa me
comprenderá, se adueñan poco a poco de todo lo que desean, cuando les regañan,
ponen esa expresión de buenecitos o te hacen un mimo y como no, se salen con la
suya. Son independientes cuando quieren que les dejes en paz, pero cuando
quieren algo son persistentes y recurren a cualquier artimaña para salirse con
la suya y desde luego, los humanos picamos y les hacemos caso, ¿quien se podría
resistir?.
Me encantan los gatos, son adorables, pero
cuando un humano se comporta con esa misma actitud, lo odio.
La escala de valores cambia cuando se trata
de personas, esas carantoñas tan monas en un gatito, en un humano, se llama ser
falso.
Me refiero a esas personas que van por libre,
pasando de todo lo que no sean ellos mismos, pero de repente un día te sonríen
y tu piensas, ¿que querrá?. De repente se acercan con actitud amable, o tienen
uno de esos detalles que saben te importan, pero que nunca suelen tener. En ese
momento, si eres un poco perspicaz, saltan todas las alarmas, sabes que el paso
siguiente va a ser pedirte algo o decirte algo que sabes no te va a gustar, en
ese momento se te pone cara de circunstancia, miras escéptico y te preparas al
chasco.
Lo normal es que, con los años, todo tome su
justa medida. Los No, enseñan a aceptar las frustraciones, no siempre se
consigue lo que se quiere, ni siempre es suficiente una buena cara o un buen
gesto para alcanzar tus deseos. Eso es lo normal, las personas crecen y
maduran, aprenden a saber esperar y a saber, cuando y como pueden pedir lo que
desean.
Ese proceso normal de evolución, no es igual
para todo el mundo, algunas personas no aceptan esas reglas, quieren controlar
la situación y para eso desarrollan estrategias de conducta algunas veces
verdaderamente sorprendentes. Esas personas son las que poco a poco van
fraguando esa personalidad felina a la que me refiero.
Son personas aparentemente sociables, suelen
caer bien, porque controlan su comportamiento para que se adapte a las
circunstancias, ocultando su verdadera personalidad. Saben sonreír y ser
amables con una escafandra de buena educación, pero mas allá de las
apariencias, son personas frías y extremadamente egoístas, su propio beneficio
es el único motor que les mueve. Se infiltran con facilidad en los círculos
sociales, esa superficialidad no les hace ser especialmente conflictivos, hasta
que alguien les lleva la contraria. Saben aparentar interés, pero si lo piensas
bien, preguntan y se interesan, pero nunca esperan la respuesta. Si alguien se
abre, no tardarán en cambiar de tema o evitar esos momentos de conversación. Su
máxima felicidad, es estar rodeados de gente que les acepta sin pretensiones,
ni una verdadera intimidad.
Igual que los gatos, si se sienten molestos,
se levantan y se marchan a otro lugar donde seguir su vida sin interferencias.
Su vida es un continuo cambio de lugar y de
personas, les gusta tener varios círculos en danza, así pueden desplazarse de
uno a otro según su conveniencia.
Este tipo de personas van por libre, pero
necesitan un entorno social en el que integrarse, necesitan sentirse parte de
un algo que se mantenga a debida distancia permitiéndoles estar sin grandes
compromisos o exigencias.
La humanidad entera está a su servicio para
ese momento que ellos escogen, deben ser ellos los que decidan como y cuando,
si no la situación les incomoda y vuelven a escapar. Es un continuo va y ven de
ambientes, grupos y relaciones.
Visto desde fuera puede parecer normal, una
persona sociable y con un montón de amigos, esto sería así si no fuese porque
esa persona nunca se deja conocer, nunca se abre de verdad, hace ver solo la
fachada pública. Yo creo que llega un momento en el que de tanto fingir una personalidad inventada, pierden la noción
de su verdadero yo, adaptándose a lo que se espera de él o ella, pero nunca
definen que es lo que de verdad quieren o les importa.
Modas, gustos, actividades son negociables,
si para ser aceptado hay que cambiar que mas da, lo único que de verdad importa
es estar rodeado de gente que no invada ese espacio que guardan tan
celosamente.
Las personas Felinas observan y aprenden de
los demás, pero nunca dan nada. Esperan agazapados dejándose querer hasta que
necesitan algo, en ese momento todo vale para salirse con la suya. Esa persona
que mantiene las distancias, de repente saca una personalidad entrañable y
cercana. Expresiones y gestos encantadores surgen en ese rostro que hasta el
momento se mantenía distante, pone ojitos tiernos y una sonrisa encantadora,
que recuerda muy de cerca al Gato de la película Sreck.
Cualquier zalamería es
valida para lograr sus fines. Es una verdadera metamorfosis, que los sujetos
mas hábiles, manejan con gran maestría.
Soy de origen Italiana, aunque me he
criado y he vivido siempre en España, me quedan pocas cosas italianas, pero de
vez en cuando, alguna palabra salta a mi mente, la palabra RUFFIANO es una de
ellas, he buscado en el vocabulario español una palabra semejante, pero ninguna
describe a estas personas tan bien como el termino Italiano RUFFIANO..
En una palabra, se sintetiza toda una
personalidad, se describe ese momento en el cual surgen las carantoñas y los
mimos, ese momento en el cual esa persona tiene ese detalle inusual que sabe
que te va a derretir, ese acercamiento inesperado que de repente te hace pensar
¿habrá cambiado algo? o “Por fin, le he empezado a importar y por eso me trata
mejor”, es todo mentira, esa actitud acabará en cuanto consiga lo que está
buscando y todo volverá a la habitual indiferencia.
El Ruffiano no tiene limites ni
barreras pera conseguir sus deseos, no existen principios ni moral, lo único
que importa es conseguir lo que quiere. En ese momento sale su lado mas oscuro,
cubierto por ternura, su moral es ambigua, da igual a cuanta gente se deje
atrás, lo único que importa es alcanzar esa meta tan deseada en ese momento.
Lo mas triste, es que todo ese esfuerzo
suele responder a deseos peregrinos y fugaces, cosas importantes en ese
momento, casi nunca a verdaderas metas o logros con proyección a un desarrollo personal. Son, casi siempre,
caprichos, cosas de un momento que parecen ser lo mas importante del mundo.
Luchar por verdaderas metas es
honorable, pero esas triquiñuelas para lograr algo fútil es una actitud que,
para mi gusto, enmascara un gran egoísmo y una importante falta de madurez.
La actitud Felina, vuelve a hacer acto
de presencia si se ven desenmascarados o reciben un NO, en ese momento bufan y
arañan igual que un gato enfurecido.
Su gran ego y ese punto infantil, no
les permite recibir un No por respuesta, como van a prescindir de eso tan
importante en sus vidas, mañana les dará igual, pero hoy es la prioridad y
harán lo que haga falta para lograr salirse con la suya.
Cada NO es una afrenta insuperable,
algo imperdonable a lo cual solo se puede responder levantando una nueva
barrera de indiferencia.
El Gato lame su pelaje, se atusa y auto
consuela y se aleja con actitud altiva, dejándote ver como anda hacia su nuevo
destino, hacia nuevos sujetos a los que utilizar para sus propios intereses.
Una gran parte de esa conducta la marca
el carácter del individuo, pero ese carácter es fruto de la educación recibida.
Esos primeros años de vida son decisivos, la sensibilidad de la familia para
detectar y corregir este tipo de actitudes, es vital para que ese futuro adulto
no desarrolle una conducta tan falsa.
Por desgracia la sociedad es bastante
poco sensible a detectar y mucho menos a prevenir este tipo de conductas, pero
creo que es importante concienciarnos que este tipo de personas existen, que
son manipuladoras y bastante falsas y que no les importa vulnerar y utilizar a
cuantos se pongan en su camino.
miércoles, 25 de noviembre de 2015
BECAS DE DANZA – ¿MARKETING O UNA OPORTUNIDAD?
La palabra Beca se asocia generalmente con dinero. Cuando alguien recibe una Beca piensa en recibir una cantidad económica, generalmente para invertirlo en algo, formación, producción, investigación y demás conceptos. Eso es así y es inevitable esa asociación mental, pero últimamente la palabra Beca, se ha asociado a una forma de promoción empresarial.
Históricamente el concepto de Beca era
interpretado como una ayuda pera la formación, poco a poco se fue ampliando el
concepto, se incluyeron proyectos que lo merecieran, lo que antes se llamaban
Subvenciones. Hoy en día esos dos términos se confunden bastante, la diferencia
entre Beca y Subvención es bastante ambigua, pero sigue teniendo una fuerte
base económica.
En la Danza, durante generaciones, las becas
permitían a los estudiantes desplazarse a los lugares donde estaban los mejores
maestros para su formación. Era una oportunidad deseada, por la que el
aspirante luchaba y se esforzaba. Solo los mejores, las personas mas abnegadas
y que demostraban su interés, recibían ese tipo de Becas. Grandes figuras de la
Danza han podido estudiar gracias a recibir ese tipo de ayudas, a las que no se
les daba una gran publicidad. A diferencia de otras becas, universitarias o estatales,
los becados debían dirigirse a los centros para los cuales optaban, para ser
evaluados y aceptados. Era un proceso, muchas veces desconocido, al que optaban
unos pocos.
En Gambini empezamos a dar becas de
Danza en el año 1990, en aquel momento estaban orientadas a fomentar la danza
entre los bailarines masculinos. Era una generación en la que casi todas las
chicas practicaban algún tipo de actividad de danza, pero bailar estaba mal
visto para los hombres. A veces era la oposición familiar, otras el entorno de
los amigos, la verdad era que los chicos que acudían a las escuelas eran una
minoría y que casi lo hacían a escondidas, muchas veces con serias dificultades
para poderse pagar las clases.
Los alumnos Becados tomaban clases en el
centro y optaban a poderse incorporar al Ballet Español Gambini, la compañía
que gestionábamos en aquel momento.
Varias figuras y profesionales que
actualmente ejercen como bailarines o corógrafos, salieron de nuestras aulas.
Con el paso de los años y la evolución de estilos
y gustos, las becas también cambiaron, en Gambini, se incorporaron a las becas
también las chicas y se trabajó para que nuestros alumnos se pudieran
introducir en un mercado laboral, que todavía era emergente.
Otro de los sectores, en los cuales Gambini
ha trabajado desde su apertura en 1987, es en la formación de Maestros de
Baile. Ha sido una labor mas privada, que generalmente no se hacía pública, a
lo largo de estos casi treinta años, yo personalmente, he formado a muchos de
los maestros que hoy en día imparten sus clases, enseñándoles mis técnicas
docentes, algunas veces innovadoras, con las que actualmente se, que se ganan
la vida muy honrosamente. Es una generación de Bailarines que confiaron en mi
criterio y mi experiencia y se dejaron guiar, alcanzando cualidades docentes de
las que me siento muy orgullosa.
Algunas veces he estado fuera de las aulas
observando y oyendo a mis discípulos dar clase, de repente oía algo que captaba
mi atención, era una frase, o una forma de explicar que me hacía prestar mas
atención, con otra voz, era “yo” dando esas explicaciones. Me daba cuenta que
mis enseñanzas habían llegado y que esa persona, estaba transmitiendo esos
conocimientos de la misma manera en la que yo se los había enseñado. Ese era un
momento de muchísimo orgullo. Todos mis esfuerzos habían servido para algo.
Tengo en el recuerdo momentos entrañables y
personas, que a pesar de la distancia, recuerdo con cariño y también de
personas que, a pesar de haber aprendido a mi lado, me han borrado de sus vidas,
todo lo que les he enseñado llegó a ellos quien sabe de donde, son mis
movimientos, mis métodos y mis conceptos, pero niegan haber aprendido nada de
mi.
Para no desviarnos del tema principal, las
becas, debo decir que es un concepto que en nuestros días, considero muy
ambiguo. Esa idea inicial de fomentar el aprendizaje, se ha convertido en una
campaña publicitaria. Reconozco que es información pública y que en la sociedad
que vivimos, Internet, redes sociales y demás, la repercusión mediática no solo
es inevitable, si no, es buscada, pero no puede ni debe ser el único motivo por
el que se creen unas becas.
Hace cuatro o cinco años éramos muy pocas las
escuelas que dábamos Becas de Danza, recuerdo en el 2011 cuando en Gambini
creamos el curso de formación, dándole formato de beca, fui criticada, porque
se decía que echábamos a perder el mercado dando clases gratuitas, el concepto
no era ese, pero en fin, muy poco después, la mitad de las escuelas sacaron su
publicidad, con becas de danza.
Hoy es casi obligado tener alumnos becados en
las escuelas, como si eso fuese una necesidad, enseñar es una vocación, no
una campaña publicitaria.
Las escuelas con aulas grandes lo tienen
fácil, les da igual diez que doce alumnos en sus clases y la repercusión
mediática, es siempre mas barata que cualquier otro tipo de campaña.
Yo creo que dar una beca es una
responsabilidad, tanto para la escuela que se compromete a enseñar y a labrar
un futuro para el becado, como para el alumno, que asume compromisos hacia el
centro y hacia él mismo.
En una sociedad donde “Todo vale”, donde un
niño de cuatro años tiene poder de decisión, donde los padres no enseñan el
concepto de compromiso, si no el de conveniencia, ¿Cómo se puede esperar de los
alumnos ese grado de compromiso? pues yo en Gambini lo espero.
Para mi conceder una Beca, es algo mas que
dar unas clases gratis, es mi compromiso personal de darle algo mío a esa
persona. Tengo una escuela que en su momento estuvo bien, pero para las nuevas
generaciones, se ha quedado pequeña. Limito mucho el numero de alumnos por aula
y para los becados, debo tener horarios especiales. Horas de mi centro que no
puedo vender ni ganar dinero con ellas, necesito comer como cualquiera, pero
siempre he reservado un espacio en mi escuela, para luchar a mi manera, por la
gente que se quiere labrar un futuro en la danza.
Esas clases tienen un valor especial para mi,
es mi oportunidad de transmitir esos conocimientos que he ido adquiriendo a lo
largo de mi carrera y de dar continuidad a mi estilo de trabajo, en personas
que deben querer aprender y hacer suyos mis conocimientos. La confianza es la
clave de ese trabajo, a veces rompo los esquemas de quien estudia con migo,
tengo una visión muy mía del baile, pero está mas que demostrado que las
personas que me han escuchado, han aprendido.
Ese compromiso debe ser reciproco, para mi un
becado no debe ser un oportunista que vea la posibilidad de esas clases gratis,
si no alguien que me de ese voto de confianza, alguien que ame el baile tanto
como yo, que esté dispuesto a esforzarse por ese proyecto común. Alguien que se
comprometa a usar esos conocimientos en su vida. Sin esos compromisos, las
clases serán una perdida de tiempo.
Me he llevado muchas decepciones en mi vida,
gente en la que he confiado y me han fallado por uno u otro motivo, pero eso no
me ha hecho cambiar mi visión de la vida, sigo creyendo que esas personas en
las que he confiado, han recibido un poquito de mi corazón y que algún día, a
solas, cuando nadie les oiga, dirán esa fue Rosemary, yo aprendí esto o lo otro
de ella, y de alguna manera, yo seguiré viva en sus mentes. Los que en ningún
momento tienen esos pensamientos, son mis verdaderos fracasos, para los demás
dejo un lugar en mi corazón.
Para mi, las becas de Danza, no deben ser
Marketing ni un negocio, son una forma de vida, de intercambio de experiencias
enriquecedor. Un esfuerzo inmenso que merece la pena, cuando ves los resultados
en tus alumnos.
Como decía antes, en una sociedad donde la
palabra “Compromiso” está en desuso, es difícil encontrar alumnos con ganas de
aprender. Todo el mundo quiere aprender rápido y ganar dinero lo antes posible.
Un buen bailarín no se hace de la noche a la mañana, bailar lo puede hacer
cualquiera, ser un buen profesional de la danza, es una larga y difícil tarea
que no se logra de hoy para mañana.
Casi todo el que baila, en algún momento,
acaricia la idea de dedicarse a este oficio, pero no está al alcance de todos.
Se debe luchar mucho con el entorno social, tus propias limitaciones, las
dificultades laborales, todo para alcanzar algo que en mi opinión no es una
elección, es una vocación. Si te puedes preguntar ¿Elijo la danza o hago otra
cosa?, es que no has sentido el baile en tus venas. Si de verdad el Baile es tu
vida, nunca serás feliz haciendo otra cosa, podrás cambiar de oficio por
necesidad, pero sabrás que no estás haciendo lo que tu corazón te pide.
Cuando estamos fomentando entre los jóvenes,
que con un par de cursos intensivos, son ya bailarines o maestros, estamos
haciendo un flaco favor a la profesión. Estamos creando una generación efímera,
que solo ve la ganancia económica detrás de los pasos de baile. Es “Pan para
hoy y hambre para mañana” esa gente vende una imagen, eres joven y guapo,
estás a la moda y con buen rollito, eres un profesional.
Para mi eso no es ser un profesional, es ser
producto del marketing, es explotar la imagen juvenil igual que un modelo o ese
actor del que nunca mas se supo. Es una forma fácil de ganar dinero, tanto para
las escuelas, como para esas victimas de la sociedad de consumo.
Los profesores y las escuelas que ofrecemos
becas o que incentivamos a nuestros alumnos a ser profesionales de la danza,
asumimos una gran responsabilidad, en nuestras manos está el futuro de esas
personas, debemos ser honestos por encima de intereses económicos, y animar
solo a aquellos que, de verdad, valen para este difícil mundillo.
Hace poco yo he perdido a alguien importante
en mi vida precisamente por intentar enseñar esta lección. Yo me expreso mucho
con imágenes y después de haberle intentado transmitir durante meses, que debía
aprender más, recurrí a uno de esos montajes, unos billetes transparentes que
simbolizaban su afán de dinero, le separaban de mi. Ese fue el final. El
bombardeo de propuestas efímeras, era demasiado fuerte y yo simbolizaba una
vida de esfuerzo, lucha y responsabilidad. Se que algún día se arrepentirá de
no haberme escuchado, pero de momento su orgullo le ha hecho tomar decisiones.
Siento muchísima pena, pero no me arrepiento, un bailarín debe estar bien formado,
para que cuando sea mayor, se pueda ganar la vida. Es lo que siempre he dicho y
lo mantengo.
SEÑORES DE LAS ACADEMIAS DE BAILE,
PROFESORES EN GENERAL, NO JUGUEMOS CON EL FUTURO DE NUESTROS ALUMNOS.
martes, 17 de noviembre de 2015
MAESTRO AZORÍN - VIVO EN EL RECUERDO
Ayer entré en Facebook y vi una publicación,
era Pilar Azorín que recordaba el 15 aniversario de la muerte de su padre, el Maestro
Pedro Azorín. El 16 de Noviembre es un día negro en el que recordamos la
perdida de varias figuras de la danza. Es una generación de artistas que nos
van abandonando, es ley de vida, pero la gente de mi quinta, que hemos estudiado y
trabajado con ellos, lo vivimos con mucha pena, pero como es lógico, algunas
personas te tocan mas de cerca.
Yo debo reconocer que Pedro Azorín para mi es
alguien muy especial, fui alumna suya cuando era casi una niña y unos años
después retomamos el contacto y se vino a mi escuela, donde compartimos una
larga temporada de trabajo y creatividad.
PEDRO AZORIN
Para el que no le haya conocido era un gran
Maestro y Coreógrafo, Maestro de Maestros, innumerables generaciones de
profesionales de la danza, han pasado por sus aulas, ha coreografiado Jotas Aragonesas en
las mejores compañías y enseñado a profesionales de todo el mundo.
Para los que le conocíamos de cerca era
un hombre de fachada altiva y dura, chapado a la antigua, su sola presencia
imponía. Era fachada, tras ella se escondía un hombre con un corazón inmenso
que no le cabía en el pecho, un gran padre y marido fiel, que adoraba a su
familia, para él era lo primero. Una persona que, a pesar de su relevancia
pública, nunca perdió su modestia, era muy tímido, no le gustaban las
apariciones públicas.
Yo recuerdo que después de cada espectáculo
debíamos preparar que alguien le sacara al escenario para recibir sus merecidos
aplausos, por que él no quería ese momento de popularidad.
Le recuerdo entre cajas, viviendo esos
momentos como los vive cualquier profesor responsable, con nervios por un
trabajo bien hecho, que en ese momento, está en manos de tus discípulos. Siempre
con sus castañuelas en las manos para guiar el compás y con la tensión a flor
de piel. Estaba pendiente de cada detalle viviéndolos como si él bailara cada
paso de los que se estaban ejecutando en el escenario, dirigía magistralmente
hasta los saludos finales y en ese momento, su instinto era dar un paso atrás y
alejarse del escenario, como para decir “Ya está, he terminado”, era el momento
de tirar de él y sacarle al escenario, una breve reverencia y se marchaba lo
mas rápido posible.
Su trabajo era único, poca gente era capaz de
crear pasos y darles tanto movimiento como lo hacía él. El sentido del espacio
y de la unidad de grupo, tal vez heredado por la su contacto con la generación
de la “Sección Femenina”, era magistral. Filas, cruces círculos y aspas debían
ser perfectos o no le valían. Le recuerdo con ese tono solemne que él tenía,
acercándose a alguien que sobresalía de una fila y con la castañuela le tocaba
el hombro o ese brazo fuera de lugar, era un gesto muy suyo, las castañuelas
eran su medio de expresión, hasta en esos momentos de correcciones.
Era meticuloso hasta el infinito,
incansable y exigente, pero si hacía falta, salía el Pedro humano, cercano y
comprensivo. Era capaz de dejar de lado esa fachada para ser un amigo y hasta
un padre en algunos momentos. Le recuerdo sentado en la recepción de mi escuela
compartiendo ese rato de relax con nuestras alumnas y con migo, con “Sus
Gambinitas” como él las llamaba, haciendo proyectos, planeando las siguientes
coreografías y contándonos anécdotas de su vida. Los viernes en Gambini eran
días mágicos, días especiales en los que la escuela se llenaba de su energía.
El Maestro Azorín siempre daba clases con sus
cintas de radiocasset, pasaban los años, entraba la era digital y él seguía con
esas cintas ya raídas, que las dejaba de lado solo cuando él mismo se ponía
cantar una jota. Era un hombre muy cabezota y por mas que se le dijera no había
manera de hacer que evolucionara. Como es lógico, no siempre se podía actuar
con Rondalla y los Teatros ya no funcionaban con cintas, el cambio ya era
obligado, en la escuela decidimos regalarle un reproductor de CD con las
grabaciones de sus cintas digitalizadas, para que pudiera hacer ese cambio sin
grandes traumas. Era un hombre inteligente y sabía que no le quedaba mas
remedio, pero ese día salió el niño enfadado que llevaba dentro. Ese
reproductor acabó siendo su fiel compañero de fatigas y con él dio clases hasta
sus últimos momentos.
Para los que le queríamos, fue muy duro ver
como, ese torbellino de energía, se apagaba victima de una implacable
enfermedad que se lo llevó en unos meses.
Yo le vi en junio, a finales de Septiembre
recibí una llamada suya diciéndome que no se sentía con fuerzas para continuar
dando clase. En aquel momento yo no sabía la gravedad de su estado, ni lo
avanzada que estaba ya su enfermedad, en Noviembre nos dejó.
Para los que le queríamos fue un golpe duro
del que todavía quedan secuelas, a pesar de haber seguido en contacto con
ellas, no puedo ni imaginar lo que fue para sus hijas y su mujer esos últimos
momentos.
Se que él las quería muchísimo y que amaba su
profesión, había sido un luchador, que desde sus comienzos mas espartanos en
Aragón, había venido a Madrid para poder crecer personal y profesionalmente.
Dejó una gran huella en generaciones enteras, y a pesar del momento tan
precario que pasa la Danza en estos tiempos, se le recuerda como una gran
figura que ha hecho historia.
Yo quiero recordar algunas de las últimas
actuaciones, coreografías que montó para mis chicos y que guardo como un
tesoro. Son grabaciones antiguas cuya imagen no es buena, pero para mi son
grandes recuerdos tanto por el tiempo que pasamos preparando esos espectáculos
como por el resultado de su trabajo.
Guardo en mis archivos imágenes de sus jotas
que espero algún día se puedan remasterizar y sacar como un documento histórico
de su trabajo, es un proyecto que llevo años deseando llevar a cabo y tal vez
se vaya acercando el momento de hacerlo.
Para los amantes de la Jota Aragonesa estos son algunos de los momentos que recuerdo con cariño.
Estos dos videos pertenecen a una Gala que hicimos en el Teatro Madrid el año 1998
BALLET ESPAÑOL GAMBINI - JOTA DE LA DOLORES - COREOGRAFÍA PEDRO AZORIN
BALLET ESPAÑOL GAMBINI - JOTA DE ANTILLON - COREOGRAFÍA PEDRO AZORIN
Uno de los recuerdos mas entrañables que tengo es la Gala del X Aniversario de Gambini, en esa ocasión quisimos hacer algo muy especial y Pedro Azorín creó "EL ABRAZO DE LAS TRES PROVINCIAS" con la colaboración de la Rondalla y los Cantores de la Casa de Aragón de Madrid
podría seguir recordando un sin fin de momentos de la convivencia con el maestro, sus frases celebres como "Fuchi" para vete o su memorable "Grito de guerra" con el que acababa todas las funciones y yo he querido dejar al final de cada video. Un sin fin de detalles dentro y fuera de la danza que le hacen seguir vivo en los que le queríamos.
En otro de mis textos yo digo que una vida plena es la que deja huella cuando ya no estás, él lo consiguió.
MAESTRO, ESTÁS VIVO EN NUESTROS CORAZONES
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Una vida enseñando a bailar
lunes, 9 de noviembre de 2015
ME DECLARO ADICTA A LA FELICIDAD
La felicidad se puede definir como algo efímero, unos breves momentos que pasan por tu vida y dejan huella. Todo el mundo habla de ser feliz, pero la felicidad no es un estado permanente, no es algo que perdura en el tiempo, lo que dura es nuestra percepción de los hechos y el deseo que se repitan.
Cuando el día a día te sumerge en
la rutina, llegas a adormecer ese deseo de felicidad como si fuesen palabras
vacías, como ese cuento que llevas oyendo desde pequeño pero que sabes que es
eso... solo un cuento. De repente algo sacude esa aparente calma, de repente
algo pasa por tu vida como un escalofrío que te recorre de cabeza a pies, te
revuelve por dentro y todos esos sentimientos que creías dormidos se despiertan
mas vivos que nunca.
Intentas cazar cada una de esas
sensaciones y mantenerlas vivas, pero antes de darte cuenta, ese momento pasó y
con él, lo que te hacía sentir vio. Dentro de ti queda el recuerdo de ese
momento perfecto, de esa mirada que te llenó o de esa palabra que estabas
deseando oír, pero es solo eso, un recuerdo. No se puede capturar la felicidad
ni amarrarla a tu lado, solo se puede recordar, pero en tu interior estás
deseando que se vuelva a producir. Como el yonki que necesita una nueva dosis,
vagas por tu rutina diaria con la cabeza perdida y lo único que puedes pensar
es ¿Cuando volverá a pasar?.
Harías cualquier cosa para que
ese momento se repitiera, pero la vida no es una moviola, no puedes vivir una y
otra vez los buenos y los malos momentos, manejándolos a tu antojo, solo puedes
esperar al siguiente momento que te haga feliz.
Esperas desesperado y nervioso
hasta que poco a poco te vuelves a adormecer en esa rutina llamada vida. Cada
día que pasa esperas y desesperas un poco mas y te dices a ti mismo: “Eres
un yonki, un adicto a la felicidad”.
Cada mañana vuelves a la rutina
diciéndote a ti mismo “Hoy va a ser diferente”, “Hoy va a pasar algo que haga
este día especial”. Cada día es especial, si abres bien los ojos y todos tus
sentidos, cada vida está llena de momentos singulares, pero lo que realmente
buscas, es ese gesto que te haga sentir bien.
La sensación es como cuando un
bailarín sube al escenario, sobre sus espaldas hay muchas horas de clases,
ensayos, frustraciones y miedos. Ha pasado por dolores y ha tenido que luchar
con su voz interior que le dice que abandone, que no lo va a lograr. Entonces
llega el día de subirse al escenario, se repite a si mismo “Me haría falta una
semana mas de ensayos”, siempre hace falta esa semana mas, pero la realidad es
que en segundos ese sueño que le impulsa en su vida, se hace realidad, en unos
segundos va a subir al escenario.
Las piernas tiemblan por dentro,
a la vez que quieres actuar ya. Da igual lo larga que sea la actuación, ese
momento mágico pasa en un suspiro. Un vórtice de sensaciones se agolpan en tu
interior y no hay tiempo para pensar, solo para que tu cuerpo evolucione según
lo aprendido, mientras tu alma se llena de energía.
Son momentos mágicos, cada
función es diferente, el público aplaude y casi ni les oyes, saludas, pero casi
siempre acabas preguntando si ha habido
aplausos, porque, en ese momento, estás tan desbordado de emociones que casi no
te das cuenta de lo que estás pasando.
Todo ha salido bien, pero es
inevitable que el bajón habitual aparezca, te asaltan mil ideas, seguro que me
he equivocado en esto o aquello, tal gesto estaba mal, ¡horror!!!! para una
función que sale y voy y “la cago”. Da igual lo que te digan, en tu cabeza ha
salido todo fatal, pero pasado ese momento, unos días después, lo que queda en
tu interior es ¿CUANDO VOY A VOLVER A ACTUAR?
Como un yonky que busca su dosis,
estás deseando volver a sentir esas sensaciones, da igual el miedo, los nervios
o el bajón, solo piensas en volver a sentir el calor de los focos y la energía
del público, volver a sentir la descarga de adrenalina y volver a vivir ese
momento de felicidad.
Es un momento efímero, que tal
vez no se vuelva a repetir, pero que se quedará en lo mas profundo de tu
corazón, igual que ese momento feliz de la vida, que anhelas una y otra vez. El
bailarín se vuelve adicto al baile, igual que cualquiera se volvería adicto a
una droga.
A la vez que te haces viejo,
debes asumir que esos instantes en el escenario ya no se van a volver a
producir, entonces descubres que la vida está llena de esos momentos, que si
eres capaz de darte cuenta y los retienes en tu corazón, te volverás a sentir
como cuando estaba en el escenario. La gente te puede dar esa misma energía y
si sabes rodearte de personas que te aporten, esos momentos felices, pasarán
por tu vida. Lo malo es que igual que en el escenario, no serás consciente de
lo que has vivido hasta que se haya marchado, hasta que todo se haya acabado.
Entonces y solo entonces, vendrán
a tu memoria todos esos segundos felices, ese gesto, esa palabra o ese
instante, sabes que solo son recuerdos pero unos bonitos recuerdos y quieres
mas.
La vida sigue adelante y tu tienes que seguir, en esos momento eres mas
consciente que nunca que “Eres un adicto a la Felicidad”
domingo, 8 de noviembre de 2015
LA EDUCACION EMOCIONAL, UNICO ANTIDOTO CONTRA LOS MALOS TRATOS PSICOLÓGICOS
Como dice la foto NO AL MAL TRATO A
CUALQUIER SER VIVO
Estoy completamente de acuerdo, creo
que está mal causar sufrimiento innecesario. El ser humano lleva en sus genes
el ser depredador, a veces, eso le hace ser cruel y con un sin fin de conductas
que creo debemos combatir.
Amo los animales y los defiendo. Para mi, el que maltrata a un animal, es un ser despreciable, pero.... ¿Que pasa con las personas?
Se habla mucho de violencia de genero o
violencia machista, no niego que exista y creo que todavía faltan mecanismos
legales y sociales para luchar contra esa lacra. Pero quiero reflexionar sobre
otros tipos de violencia, la violencia psicológica.
El “MAL TRATO PSICOLÓGICO” es un tipo
de maltrato, mucho mas sutil, en la mayor parte de los casos pasa
desapercibido, se suele decir: “Esa persona tiene un carácter muy fuerte”, “Es
que tiene mal genio” o “Lo tienes que entender, es que está pasando por un mal
momento” para mi, todas son frases para disculpar algo que está mal, ningún ser
humano tiene derecho de destrozar a otro.
Como os decía antes, el mal trato
físico es mucho mas evidente, un golpe o una bofetada, es algo despreciable que
por desgracia sigue abundando en la sociedad. Todavía hay culturas que piensan
que la educación entra mejor con los castigos físicos. No me mal interpretéis,
creo que un azote a tiempo educa a que un niño pequeño conozca cuales son sus
límites, pero el momento que esa personita ya puede razonar, creo que se le
debe educar en unos valores, que por desgracia se han perdido.
Llevamos ya muchos años en una sociedad en la
que se alaba la violencia, en las calles, manifestarse es destrozar. Defender
una idea se asocia con actos vandálicos e incluso terrorismo. En las escuelas,
si no eres el matón, te acosan y en las profesiones el que mas pisotea es el
que triunfa. ¿ESTAMOS LOCOS?
Está establecido así y la humanidad parece
defender esas conductas, en las Universidades y Masters, te enseñan técnicas agresivas
de Marcketing para ser competitivo en tu profesión.
Me hacen gracia los nuevos métodos de venta,
recibes una llamada de alguien muy educadito que empieza por presentarse, el
paso siguiente es decirte, hemos visto que tienes este o el otro producto, tu
pardillo picas y respondes, a partir de ese momento, la técnica es decir, “Tu
producto está obsoleto, es algo totalmente pasado, no sirve para nada” y en
seguida te dicen: “Nosotros te vendemos
esto o lo otro”.
Hace algunas generaciones, tus padres, te
enseñaban que aunque algo no te gustara debías poner buena cara y dar las
gracias, hoy en día te enseñan a despreciar a priori, que defender es atacar y
que todo vale, con tal de salir victorioso.
Las relaciones se basan en reproches, el tu
mas, si alguien dice “Me has hecho esto que me ha dolido” la respuesta habitual
es “Pues tu a mi me has hecho.....”. La primera reacción no es reflexionar,
ponerse en el lugar del otro y analizar tu propia conducta, la reacción
habitual, en cualquier discusión, es un nuevo ataque con el que se bloquean las
dos partes. Esa conducta hace que se hiera muchas veces a las personas que te
importan y se crea un muro de resentimiento ya difícil de cambiar.
Por desgracia, esta conducta está ya
demasiado arraigada en la sociedad que nos rodea, yo creo que a cualquiera que
le preguntes, te diría que está en contra, pero la realidad es que es un
comportamiento mas que habitual y socialmente aceptado.
Alguien se pregunta ¿Porque, cada vez que
dos personas entran en una etapa de fricciones, el resultado siempre es la
ruptura? yo creo que la respuesta es que en nuestra sociedad falta EMPATÍA.
La Empatía es el arte de saberte poner en el
lugar del otro, pensar como piensa e intentar sentir lo que siente, es una
experiencia tremendamente aleccionadora, que poca gente practica. Esa
capacidad, es algo que se debe aprender desde niños, no todo el mundo puede ser
empático por naturaleza propia, hay gente que tiene ese “DON” y lo saben
desarrollar, pero creo que es uno de los aprendizajes de la Educación Emocional
que mas se descuidan, y en cambio, sería el verdadero motor del cambio social,
si la gente lo aplicara un poco mas.
Últimamente el Bulling, el Acoso Escolar y el
Ciber Acoso están de moda, se habla de ello en los medios de comunicación, se
advierte a los padres para que vigilen a sus hijos. Se denuncia en las redes
sociales y se comparte en los perfiles, pero en el fondo ¿Para que sirve una
denuncia, si el problema es a nivel, toda la sociedad?
Como os decía antes, en esta sociedad aparentemente
civilizada, estamos rodeados de Buitres al acecho, gente dispuesta a utilizar
cualquier debilidad, para ejercer su control.
MALOS TRATOS PSICOLÓGICOS
En la Sociedad actual, hay la falsa
creencia que el mas fuerte es el que mas pisotea, pero en mi opinión, es todo
lo contrario, esa persona solo demuestra su gran debilidad. Es como ese perro
herido, al que intentas ayudar y te muerde la mano, las personas agresivas o
que atacan a otros, solo demuestran su gran debilidad al no tener argumentos ni
capacidad para expresar lo que piensan con razonamientos.
Esas personas, de alguna manera, cubren sus
propias carencias haciendo que la gente que les rodean paguen por sus
debilidades.
Generalmente disfrazados de buenas personas,
los Maltratadores Psicológicos van desde ganarse la confianza de sus victimas
siendo encantadores, a quererlas controlar. Poco a poco van minando su
autoestima y van imponiendo su voluntad. Las pequeñas imposiciones que pasan
desapercibidas y vienen aceptadas como rarezas sin importancia aumentan, hasta
que el control es absoluto. Es una carrera sin fin, cada día un nuevo
obstáculo, una nueva exigencia y un nuevo desprecio pasan a formar parte del
día a día. Es un trabajo metódico que, al ser muy sutil, no levanta sospechas,
pero que se va haciendo con el control de su victima.
Algunos se preguntarían ¿Para que sirve eso?,
la respuesta es sencilla, se reduce a una sola palabra PODER.
Ese control que da saber que alguien está
bajo tus pies y que, por muy mal que la trates, seguirá sumis@, esa situación,
le da al maltratador da una falsa sensación de poder. Igual que un adicto busca
su dosis o el alcohólico busca la botella, el maltratador necesita esa
sensación para saciar sus propias insatisfacciones, ese vacío interior que le
ha hecho ser como es y que igual que una adicción necesita el “poder” de un
desprecio para el “chute” diario.
Esa conducta de Malos Tratos está mas
generalizada de lo que la sociedad está dispuesta a admitir, yo creo que todo
el mundo ha tenido alguien así en su vida, pero según el momento personal que
estabas pasando, cuando esa persona ha aparecido en tu vida, has podido llegar
a ser victima o no.
Yo estoy segura que si reflexionamos un poco,
surgen en nuestra cabeza, mil episodios que se podrían identificar con una
conducta de malos tratos, esas pequeñas cosa que casi todo el mundo ha visto o
vivido y como le han desagradado, ha mirado para otro lado. No digo que se
pueda intervenir en cada situación, normalmente no te puedes inmiscuir, pero lo
que tampoco se puede hacer es ignorar una conducta social reprochable y que
necesita ser cambiada.
Puede sonar a estereotipo, pero el
maltratador lo suele aprender en su entorno mas cercano. Esos gritos en casa,
esos padres que no se saben controlar, ese hermano abusón, los compañeros de
clase y mil factores mas de tu entorno mas cercano, marcan esa conducta.
Generalmente el que se ha criado con ese tipo de malos tratos aprende la
conducta y la aplica en cuanto tiene la posibilidad, LA VICTIMA SE VUELVE
VERDUGO.
Esa persona que, en un momento de su
vida se ha hecho un pellizco, ante una situación de abuso, lleva en su
subconsciente esos roles aprendidos y por mucho que diga “No yo no soy así, yo
no lo haré”, ante cualquier situación difícil sacará ese yo oculto y como el
drogadicto ante su primera dosis, habrá sucumbido al hechizo del poder.
Esa persona no va a parar ante una denuncia
pública, en ese momento sacará a relucir su estatus de victima, esa fachada
enternecedora que ha usado para hacerse querer. Cara a todos será el lobo
disfrazado de cordero, la verdadera victima será él y conseguirá los apoyos
sociales para ser respaldado y protegido. La opinión colectiva es fundamental
para acabar de reforzar su autoestima. Todos le creerán, dejando al margen y
seguramente culpabilizando a la verdadera victima de todo esta situación.
¿QUIEN PAGA ESTAS CONDUCTAS?
Ese macabro juego de dobles roles, es lo que,
a diario viven miles de personas en nuestra sociedad, no se pueden diferenciar
por sexos o edades, una victima es una victima y por mucho que se le quiera
justificar, LA CONDUCTA DE UN MALTRATADOR, ESTÁ MAL.
Es un gran circulo vicioso que solo empieza a
despuntar, como dije al principio de este texto, es un tema que se empieza a
poner de moda, queda bien poner lacitos de colores en tu muro y sentir que
apoyas esta o la otra causa, pero el verdadero cambio está en uno mismo.
Los adultos tenemos la capacidad de cambiar
nuestras vidas, no niego que es un proceso duro y que no se logra de la noche a
la mañana, pero se cambia empezando a decir NO ante algunas situaciones, se
cambia modificando conductas nuestras que no nos parecen bien, se cambia
ayudando a alguien cercano. Todos esos gestos son pequeñas cosas, pero que
acaban teniendo un efecto de “Onda Expansiva” en la sociedad.
Los niños imitan en todo, la conducta que ven
en los mayores, los amigos imitan a otros amigos, es nuestra responsabilidad
tomar la decisión de llevar a cabo ese primer gesto que, seguido por otros,
puede cambiar las cosas.
Yo digo: BASTA DE MIRAR HACIA OTRO LADO
Opinar puede que no siempre te aporte amigos,
mas bien suele pasar todo lo contrario, pero si no hacemos nada, tampoco
tenemos derecho a quejarnos porque no nos gusta el mundo en el que vivimos. La
argumentación “Es que siempre se ha hecho así” a mi no me vale, yo creo
firmemente que la acción de una sola persona puede ser un ejemplo a seguir y
que acabe creando un “Efecto Dominó” en la sociedad.
Creo que el punto de inflexión puede estar,
como dije al principio, en educar en la empatía. Si un adulto aprende a ponerse
en el lugar de otro, tal vez, lo que vea no le guste y reflexione sobre su
conducta. Si un niño aprende como se siente ese amiguito al que maltrata, tal
vez, no lo haga y si además en casa ve una conducta diferente, casi seguro que
cuando crezca será mejor persona.
Quizás yo no lo vea y seguro que muchos de
vosotros tampoco, pero merecerá la pena todo ese esfuerzo si logramos frenar
esta deriva social y reconducir algunos comportamientos que por desgracia, me
hacen sentir vergüenza de la sociedad en la que vivimos.
Siempre habrá buena y mala gente, no niego
que existen personas con un mal fondo que disfrutan haciendo daño, pero
conductas sociales como el egoísmo, la envidia o los malos tratos, son en gran
parte, fruto de la educación social que recibimos. Es nuestro deber como Seres
Humanos luchar por dejar a las siguientes generaciones un legado mejor del que
hemos recibido.
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