Este blog refleja mis vivencias como maestra de baile desde hace mas de treinta años y algunas reflexiones a las que me ha llevado mi edad y mis experiencias personales.
Espero que estos textos os hagan pensar y que algunas personas los encuentren enriquecedores para su vida y su profesión.



domingo, 1 de abril de 2018

¿TE DEFINES COMO "UNA PERSONA AGRADECIDA"?


DAR LAS GRACIAS Y SER AGRADECIDO, NO ES LO MISMO


 
Mucha gente confunde decir muchas veces la palabra “Gracias” con “Ser agradecido”.
Desde pequeños, nos educan a dar las gracias por cada acción que se recibe, te abren la puerta y das las gracias, te ponen la comida y das las gracias. Si tus padres te han dado una buena educación, te han enseñado a usar la palabra Gracias como reacción instintiva. Eso esta bien, ser educado, esta muy bien, pero la usamos demasiadas veces por costumbre, porque es lo correcto, pero esta vacía de contenido, es la palabra correcta y ya está.

Ser agradecido, es algo muy diferente, es un sentimiento, es algo que crece por dentro cuando te das cuenta que alguien ha hecho un esfuerzo por ti.

Mucha gente usa la palabra Gracias para no deber nada a nadie, con pronunciar esta palabra, la supuesta deuda, queda saldada y no hace falta volver a pensar en ello. Para cosas pequeñas o eventuales, esta claro que basta, pero muchas de esas pequeñas acciones, hechas por la misma persona y desde el corazón, deberían despertar algo mas en la persona que lo recibe.
 
El que hace la acción, seguramente lo hace por instinto, porque le sale de dentro, pero ....
¿Que pasa con el que recibe esas acciones?

Vivimos en una sociedad bastante escasa de valores, educamos a que todo es debido, que cada ser humano tiene muchos derechos, pero muy pocas obligaciones.

Educamos a la individualidad, a pensar en uno mismo y a no preocuparse mas que por sus propios intereses. Educamos y educamos, pero el legado es de dudosa consistencia.

Hemos creado una sociedad de “Autistas” gente que comparte un espacio con otra gente, pero no saben nada del que esta a su lado, y la verdad es que no le importa nada saber si esa persona esta bien o mal, si es feliz o si necesita ayuda.

Una sociedad efímera, donde la gente esta sujeta a la misma obsolescencia que se dice tiene la tecnología actual. Todo el mundo es prescindible, puede que te falte durante un breve lapso de tiempo, y luego pasa al olvido.

Esa falta de reciprocidad, para mi, la da la falta de esos valores, esos que se van fraguando día a día, con esas pequeñas acciones que te vinculan a alguien.

 
Esta sociedad ha creado seres humanos, con escudo “Anti otros seres humanos”, personas impermeables a esas pequeñas acciones, que de ser vistas y apreciadas, nos harían surgir sentimientos, reacciones y con ellas relaciones. Hoy en día se habla mucho de relaciones humanas, pero en el fondo se huye de ellas.

 
Todo lo que nos rodea es un gran escudo para fingir que tenemos un entorno de personas e intereses, pero la verdad es que la sociedad es un gran montón de personas solitarias, que disimulan y temen dejarse conocer.

Nuestros abuelos creaban esos vínculos en el día a día, cuando decían “Esa es una buena persona”, no se referían a cuanto se había gastado en alguien, eran acciones diarias que dejaban huella en cuantos le rodeaban. Hoy, se valora la gente en función de su dinero o sus títulos, pero pocas veces sus acciones.

Desde hace unos años se ha puesto de moda hablar de “Educación emocional”, esta claro que es, una de las carencias mas importantes del ser humano actual.

Ser agradecido, se puede incluir en ese Pack de valores que faltan, y que se deben trabajar desde la mas tierna infancia.

Cuando alguien hace algo, nos deberíamos preguntar entre otras cosas:

-         ¿Esta obligado?

-         ¿Le ha supuesto un esfuerzo?

-         ¿Porque a mi?

-         ¿He hecho algo para merecer esa atención?
 
Estas preguntas y otras cuantas similares, como poco, me harán pensar en la persona que ha actuado, en mi, y en el valor de esa acción.

Esta claro que al principio la respuesta será “Da igual” o “El/Ella es así”, pero igual que en el anuncio de trafico, en el que la niña se sorprende porque el Padre da las gracias al coche por parar, el que analiza esas acciones, poco a poco verá o mejor dicho, se dará cuenta, que cada acción tiene un valor.

Cada acción es importante, y muchas pequeñas acciones tienen un valor.

Cuando esas pequeñas cosas son negativas, se dice una frase muy común “Es la gota que ha colmado el vaso”, ¿Porque recordamos y le damos importancia a las cosas malas y no a las buenas?

Yo creo que es un fallo de la educación que se da actualmente, todo lo malo persiste, lo bueno pasa desapercibido. Hay mucha gente buena, pero nos gusta mas darle importancia a las cosas malas. Para mi, el verdadero valor de la vida, es tener una huchita llena de esos momentos que te llenan el corazón. La verdadera pobreza no es la falta de dinero, si no, de esos detalles, y la verdadera soledad, es no tener a nadie con quien crear esos vínculos.
 
 
Espero que estas líneas os ayuden a pensar un poco en el mundo que nos rodea, en la gente que pasa por nuestras vidas.

Cada día haceros estas preguntas:

-         ¿He hecho algo por alguien?

-         ¿Han hecho algo por mi?

 
Ponlo todo en una balanza y decide si te hace falta ampliar tus miras, y crear esos vínculos que un día, te harán sentir el corazón lleno.



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