CUIDA TUS CERVICALES, SON UNO DE LOS
PUNTOS MAS DEBÍLES, PERO MAS IMPORTANTES, DE NUESTRA COLUMNA VERTEBRAL.
Todos somos conscientes de
la importancia que tiene la columna vertebral, para cualquier ser vivo. Es uno
de los primeros órganos que se forman en la concepción, y nos acompaña hasta el
final de nuestros días.
La columna
vertebral es nuestro soporte, y el mecanismo que nos permite mantenernos de
pie, pero debemos ser conscientes de sus limitaciones, sobre todo con el paso
de los años.
Una buena musculatura es el
mejor “Corset” para nuestra columna, a menudo, nos quejamos de molestias y
dolores, sin ser conscientes que nuestros malos hábitos son los que nos han
llevado a esta situación. Una vida sedentaria, malas posturas, esfuerzos por
encima de nuestra capacidad, o en el peor de los casos, algún traumatismo,
hacen que la columna se resienta.
La mayoría de las personas,
han sentido alguna vez molestias en la espalda, casi siempre son pasajeras y no
le damos mucha importancia. Las zonas mas habituales suelen ser Lumbares y
Cervicales. Las Lumbares con sus reflejos en el Nervio Ciático y las Cervicales
con síntomas de lo mas variados.
En este post quiero
analizar precisamente esas molestias que sentimos por algún problema cervical.
Debemos tener en cuenta la
compleja estructura que forma nuestra Columna Vertebral. Los discos vertebrales
son una compleja obra de ingeniería de la naturaleza, su peculiar forma alberga
la medula espinal, responsable de conducir los impulsos nerviosos del cerebro,
a los nervios, músculos y tendones que controlan y manejan todo nuestro cuerpo.
Los discos intervertebrales
hacen la función de amortiguadores, son almohadillas flexibles que permiten la
movilidad de las vértebras entre si. En la juventud los discos son esponjosos y
altos, permitiendo a nuestro cuerpo, hacer movimientos amplios, rotaciones y
esfuerzos que, con el paso de los años, se ven cada vez mas limitados.
Un buen trabajo muscular
previene muchos de estos síntomas. Cuanto mas fuertes y elásticos son nuestros
músculos, mayor será la protección que ejercerán sobre nuestra columna y
articulaciones. Como habréis observado, he unido fuerza y elasticidad, parecen
términos contradictorios, pero es todo lo contrario. El concepto de musculatura
excesiva, sin movilidad, que se desarrolla en las sesiones de potencia, ayudan
a limitar la movilidad de nuestros huesos y con esa rigidez llegan los
desgastes excesivos y los dolores por exceso de tensión.
La musculatura correcta es
la que encuentra su equilibrio entre tonificación y elasticidad, una
musculatura que sostenga nuestros movimientos, pero no los limiten. Hay un
infinidad de actividades físicas que nos ayudan a obtener este tipo de
musculatura, solo debemos asesorarnos y seleccionar la mas adecuada a nuestra
edad y estilo de vida.
Como os decía antes, las
dos zonas que habitualmente dan la señal de alarma suelen ser Lumbares o
Cervicales, estas ultimas para mi, son las grandes desconocidas, por eso me
gustaría centrar este relato en ellas.
La zona Cervical está
formada por 7 vértebras, el atlas, el axis y cinco vértebras mas, que sostienen
nuestra cabeza y la unen al cuerpo. Un complejo entramado de músculos y
nervios, completan esta zona tan importante, que sirve de arranque a nuestra
motricidad.
Los canales cervicales esconden,
además de los centros nerviosos, las arterias occipitales y vertebrales,
encargadas de llevar el riego sanguíneo al cerebro, los ojos y los oídos. Dicho
así puede parecer obvio, lo que debemos tener en cuenta, es que el cuello es
una de las zonas mas débiles de la columna vertebral y que sus discos sufren
infinidad de agresiones en el día a día.
Las tensiones y problemas
no se quedan atrás, el estrés hace que las cervicales sufran mas de lo que
deberían. En la juventud parece que somos invencibles, nada es un problema, y
muchas veces no le damos importancia a las señales de aviso, pero el paso de
los años y los cambios biológicos, que sufre irremediablemente el cuerpo
humano, hacen que cada vez sea mas difícil sobrellevar los problemas que nos
causan las cervicales.
Mareos, nauseas, dolores de
cabeza, somnolencia y hasta perdida de visión, son algunos de los síntomas que
aparecen cuando nuestras cervicales tienen problemas. Al reducirse o pinzarse
los espacios ínter cervicales, a menudo las arterias que pasan por ellos tienen
problemas para mantener su normal flujo, reduciendo el riego sanguíneo, de ahí
los síntomas que os he contado. Muchas veces no somos conscientes de la raíz
del problema y buscamos las causas de estos síntomas en otra parte, cuando un
buen trabajo cervical ayudaría a solucionar el problema.
Como os he dicho, hacer
ejercicio es muy bueno, mantener el tono muscular activo y bien tonificado,
ayuda a prevenir muchos problemas, pero debemos tener en cuenta el paso de los
años y las limitaciones que la edad nos impone.
En juventud la movilidad de
la zona cervical nos permite una inclinación tanto delante como detrás de unos
40º, lateral algo mas cerca de los 70º y una rotación de casi 90º.
Con la edad estos
porcentajes se reducen bastante, la rotación superior a los 45º produce mareos,
pero lo mas incomodo es que no podemos llevar la cabeza hacia atrás sin
marearnos, llegando a perder el equilibrio. Las arterias cervicales encargadas
de llevar la sangre al oído, al verse comprimidas por el movimiento de la
cabeza, reducen su caudal, y eso produce el sentido de mareo y desorientación.
Cuando tenemos esos
síntomas, es importante hacerles caso, no forzar las cervicales y si estamos en
clase, haciendo ejercicio, informar al monitor, que debe valorar la situación y
adaptar los ejercicios a las necesidades del alumno.
Es habitual incluir en el
calentamiento, ejercicios de movilización de las cervicales, pero no son aptos
para todo el mundo, no para personas de cierta edad o personas con algún
problema cervical. En esos casos, la movilización debe ser mas suave y
reducida, dando prioridad a los estiramientos que alarguen y abran la zona
posterior del cuello, cualquier movimiento que lleve el cuello hacia detrás,
debe ser suprimido hasta que el alumno mejore su elongación cervical, y si aun
así sigue sintiendo molestias, eliminados definitivamente de la rutina. Por la
forma de las cervicales, con la movilización frontal, lateral y pequeñas
rotaciones el trabajo del cuello es mas que completo.
Nuestro cuerpo es el mejor
regalo que hemos recibido, lo debemos cuidar, ejercitar y escuchar. No
olvidemos que el dolor es una señal de alarma, no es malo en si, los
estiramientos a veces duelen, y no por eso son malos, pero si algo nos duele o
notamos molestias al repetir esa acción, debemos consultar a un profesional que
nos aconseje.
Médicos, fisioterapeutas,
monitores, preparadores físicos y todos los profesionales que están a tu
alcance, deben ser conscientes que los protocolos no siempre son validos, que
cada persona es diferente y que a veces hay que escuchar para poder ayudar.
Mi consejo de hoy, es que
te quieras, que escuches a tu cuerpo, y que esos años que parecen
indestructibles, seas consciente que el tiempo pasa, y que una buena vejez, se
trabaja desde jóvenes.