Este blog refleja mis vivencias como maestra de baile desde hace mas de treinta años y algunas reflexiones a las que me ha llevado mi edad y mis experiencias personales.
Espero que estos textos os hagan pensar y que algunas personas los encuentren enriquecedores para su vida y su profesión.



domingo, 22 de abril de 2018

LAS CERVICALES - CUIDALAS A CUALQUIER EDAD


CUIDA TUS CERVICALES, SON UNO DE LOS PUNTOS MAS DEBÍLES, PERO MAS IMPORTANTES, DE NUESTRA COLUMNA VERTEBRAL.

 

Todos somos conscientes de la importancia que tiene la columna vertebral, para cualquier ser vivo. Es uno de los primeros órganos que se forman en la concepción, y nos acompaña hasta el final de nuestros días.

La columna vertebral es nuestro soporte, y el mecanismo que nos permite mantenernos de pie, pero debemos ser conscientes de sus limitaciones, sobre todo con el paso de los años.

Una buena musculatura es el mejor “Corset” para nuestra columna, a menudo, nos quejamos de molestias y dolores, sin ser conscientes que nuestros malos hábitos son los que nos han llevado a esta situación. Una vida sedentaria, malas posturas, esfuerzos por encima de nuestra capacidad, o en el peor de los casos, algún traumatismo, hacen que la columna se resienta.

 
La mayoría de las personas, han sentido alguna vez molestias en la espalda, casi siempre son pasajeras y no le damos mucha importancia. Las zonas mas habituales suelen ser Lumbares y Cervicales. Las Lumbares con sus reflejos en el Nervio Ciático y las Cervicales con síntomas de lo mas variados.

En este post quiero analizar precisamente esas molestias que sentimos por algún problema cervical.

Debemos tener en cuenta la compleja estructura que forma nuestra Columna Vertebral. Los discos vertebrales son una compleja obra de ingeniería de la naturaleza, su peculiar forma alberga la medula espinal, responsable de conducir los impulsos nerviosos del cerebro, a los nervios, músculos y tendones que controlan y manejan todo nuestro cuerpo.

Los discos intervertebrales hacen la función de amortiguadores, son almohadillas flexibles que permiten la movilidad de las vértebras entre si. En la juventud los discos son esponjosos y altos, permitiendo a nuestro cuerpo, hacer movimientos amplios, rotaciones y esfuerzos que, con el paso de los años, se ven cada vez mas limitados.

Un buen trabajo muscular previene muchos de estos síntomas. Cuanto mas fuertes y elásticos son nuestros músculos, mayor será la protección que ejercerán sobre nuestra columna y articulaciones. Como habréis observado, he unido fuerza y elasticidad, parecen términos contradictorios, pero es todo lo contrario. El concepto de musculatura excesiva, sin movilidad, que se desarrolla en las sesiones de potencia, ayudan a limitar la movilidad de nuestros huesos y con esa rigidez llegan los desgastes excesivos y los dolores por exceso de tensión.
 
La musculatura correcta es la que encuentra su equilibrio entre tonificación y elasticidad, una musculatura que sostenga nuestros movimientos, pero no los limiten. Hay un infinidad de actividades físicas que nos ayudan a obtener este tipo de musculatura, solo debemos asesorarnos y seleccionar la mas adecuada a nuestra edad y estilo de vida.
Como os decía antes, las dos zonas que habitualmente dan la señal de alarma suelen ser Lumbares o Cervicales, estas ultimas para mi, son las grandes desconocidas, por eso me gustaría centrar este relato en ellas.
 

La zona Cervical está formada por 7 vértebras, el atlas, el axis y cinco vértebras mas, que sostienen nuestra cabeza y la unen al cuerpo. Un complejo entramado de músculos y nervios, completan esta zona tan importante, que sirve de arranque a nuestra motricidad.

Los canales cervicales esconden, además de los centros nerviosos, las arterias occipitales y vertebrales, encargadas de llevar el riego sanguíneo al cerebro, los ojos y los oídos. Dicho así puede parecer obvio, lo que debemos tener en cuenta, es que el cuello es una de las zonas mas débiles de la columna vertebral y que sus discos sufren infinidad de agresiones en el día a día.
 
Las malas posturas son mas habituales de lo que queremos pensar, trabajo, descanso y los tan populares mecanismos electrónicos, favorecen las malas posturas y el desgaste de los discos intervertebrales.

Las tensiones y problemas no se quedan atrás, el estrés hace que las cervicales sufran mas de lo que deberían. En la juventud parece que somos invencibles, nada es un problema, y muchas veces no le damos importancia a las señales de aviso, pero el paso de los años y los cambios biológicos, que sufre irremediablemente el cuerpo humano, hacen que cada vez sea mas difícil sobrellevar los problemas que nos causan las cervicales.



Mareos, nauseas, dolores de cabeza, somnolencia y hasta perdida de visión, son algunos de los síntomas que aparecen cuando nuestras cervicales tienen problemas. Al reducirse o pinzarse los espacios ínter cervicales, a menudo las arterias que pasan por ellos tienen problemas para mantener su normal flujo, reduciendo el riego sanguíneo, de ahí los síntomas que os he contado. Muchas veces no somos conscientes de la raíz del problema y buscamos las causas de estos síntomas en otra parte, cuando un buen trabajo cervical ayudaría a solucionar el problema.

 
Como os he dicho, hacer ejercicio es muy bueno, mantener el tono muscular activo y bien tonificado, ayuda a prevenir muchos problemas, pero debemos tener en cuenta el paso de los años y las limitaciones que la edad nos impone.

En juventud la movilidad de la zona cervical nos permite una inclinación tanto delante como detrás de unos 40º, lateral algo mas cerca de los 70º y una rotación de casi 90º.

Con la edad estos porcentajes se reducen bastante, la rotación superior a los 45º produce mareos, pero lo mas incomodo es que no podemos llevar la cabeza hacia atrás sin marearnos, llegando a perder el equilibrio. Las arterias cervicales encargadas de llevar la sangre al oído, al verse comprimidas por el movimiento de la cabeza, reducen su caudal, y eso produce el sentido de mareo y desorientación.



Cuando tenemos esos síntomas, es importante hacerles caso, no forzar las cervicales y si estamos en clase, haciendo ejercicio, informar al monitor, que debe valorar la situación y adaptar los ejercicios a las necesidades del alumno.



Es habitual incluir en el calentamiento, ejercicios de movilización de las cervicales, pero no son aptos para todo el mundo, no para personas de cierta edad o personas con algún problema cervical. En esos casos, la movilización debe ser mas suave y reducida, dando prioridad a los estiramientos que alarguen y abran la zona posterior del cuello, cualquier movimiento que lleve el cuello hacia detrás, debe ser suprimido hasta que el alumno mejore su elongación cervical, y si aun así sigue sintiendo molestias, eliminados definitivamente de la rutina. Por la forma de las cervicales, con la movilización frontal, lateral y pequeñas rotaciones el trabajo del cuello es mas que completo.



Nuestro cuerpo es el mejor regalo que hemos recibido, lo debemos cuidar, ejercitar y escuchar. No olvidemos que el dolor es una señal de alarma, no es malo en si, los estiramientos a veces duelen, y no por eso son malos, pero si algo nos duele o notamos molestias al repetir esa acción, debemos consultar a un profesional que nos aconseje.

Médicos, fisioterapeutas, monitores, preparadores físicos y todos los profesionales que están a tu alcance, deben ser conscientes que los protocolos no siempre son validos, que cada persona es diferente y que a veces hay que escuchar para poder ayudar.

Mi consejo de hoy, es que te quieras, que escuches a tu cuerpo, y que esos años que parecen indestructibles, seas consciente que el tiempo pasa, y que una buena vejez, se trabaja desde jóvenes.

 

domingo, 1 de abril de 2018

¿TE DEFINES COMO "UNA PERSONA AGRADECIDA"?


DAR LAS GRACIAS Y SER AGRADECIDO, NO ES LO MISMO


 
Mucha gente confunde decir muchas veces la palabra “Gracias” con “Ser agradecido”.
Desde pequeños, nos educan a dar las gracias por cada acción que se recibe, te abren la puerta y das las gracias, te ponen la comida y das las gracias. Si tus padres te han dado una buena educación, te han enseñado a usar la palabra Gracias como reacción instintiva. Eso esta bien, ser educado, esta muy bien, pero la usamos demasiadas veces por costumbre, porque es lo correcto, pero esta vacía de contenido, es la palabra correcta y ya está.

Ser agradecido, es algo muy diferente, es un sentimiento, es algo que crece por dentro cuando te das cuenta que alguien ha hecho un esfuerzo por ti.

Mucha gente usa la palabra Gracias para no deber nada a nadie, con pronunciar esta palabra, la supuesta deuda, queda saldada y no hace falta volver a pensar en ello. Para cosas pequeñas o eventuales, esta claro que basta, pero muchas de esas pequeñas acciones, hechas por la misma persona y desde el corazón, deberían despertar algo mas en la persona que lo recibe.
 
El que hace la acción, seguramente lo hace por instinto, porque le sale de dentro, pero ....
¿Que pasa con el que recibe esas acciones?

Vivimos en una sociedad bastante escasa de valores, educamos a que todo es debido, que cada ser humano tiene muchos derechos, pero muy pocas obligaciones.

Educamos a la individualidad, a pensar en uno mismo y a no preocuparse mas que por sus propios intereses. Educamos y educamos, pero el legado es de dudosa consistencia.

Hemos creado una sociedad de “Autistas” gente que comparte un espacio con otra gente, pero no saben nada del que esta a su lado, y la verdad es que no le importa nada saber si esa persona esta bien o mal, si es feliz o si necesita ayuda.

Una sociedad efímera, donde la gente esta sujeta a la misma obsolescencia que se dice tiene la tecnología actual. Todo el mundo es prescindible, puede que te falte durante un breve lapso de tiempo, y luego pasa al olvido.

Esa falta de reciprocidad, para mi, la da la falta de esos valores, esos que se van fraguando día a día, con esas pequeñas acciones que te vinculan a alguien.

 
Esta sociedad ha creado seres humanos, con escudo “Anti otros seres humanos”, personas impermeables a esas pequeñas acciones, que de ser vistas y apreciadas, nos harían surgir sentimientos, reacciones y con ellas relaciones. Hoy en día se habla mucho de relaciones humanas, pero en el fondo se huye de ellas.

 
Todo lo que nos rodea es un gran escudo para fingir que tenemos un entorno de personas e intereses, pero la verdad es que la sociedad es un gran montón de personas solitarias, que disimulan y temen dejarse conocer.

Nuestros abuelos creaban esos vínculos en el día a día, cuando decían “Esa es una buena persona”, no se referían a cuanto se había gastado en alguien, eran acciones diarias que dejaban huella en cuantos le rodeaban. Hoy, se valora la gente en función de su dinero o sus títulos, pero pocas veces sus acciones.

Desde hace unos años se ha puesto de moda hablar de “Educación emocional”, esta claro que es, una de las carencias mas importantes del ser humano actual.

Ser agradecido, se puede incluir en ese Pack de valores que faltan, y que se deben trabajar desde la mas tierna infancia.

Cuando alguien hace algo, nos deberíamos preguntar entre otras cosas:

-         ¿Esta obligado?

-         ¿Le ha supuesto un esfuerzo?

-         ¿Porque a mi?

-         ¿He hecho algo para merecer esa atención?
 
Estas preguntas y otras cuantas similares, como poco, me harán pensar en la persona que ha actuado, en mi, y en el valor de esa acción.

Esta claro que al principio la respuesta será “Da igual” o “El/Ella es así”, pero igual que en el anuncio de trafico, en el que la niña se sorprende porque el Padre da las gracias al coche por parar, el que analiza esas acciones, poco a poco verá o mejor dicho, se dará cuenta, que cada acción tiene un valor.

Cada acción es importante, y muchas pequeñas acciones tienen un valor.

Cuando esas pequeñas cosas son negativas, se dice una frase muy común “Es la gota que ha colmado el vaso”, ¿Porque recordamos y le damos importancia a las cosas malas y no a las buenas?

Yo creo que es un fallo de la educación que se da actualmente, todo lo malo persiste, lo bueno pasa desapercibido. Hay mucha gente buena, pero nos gusta mas darle importancia a las cosas malas. Para mi, el verdadero valor de la vida, es tener una huchita llena de esos momentos que te llenan el corazón. La verdadera pobreza no es la falta de dinero, si no, de esos detalles, y la verdadera soledad, es no tener a nadie con quien crear esos vínculos.
 
 
Espero que estas líneas os ayuden a pensar un poco en el mundo que nos rodea, en la gente que pasa por nuestras vidas.

Cada día haceros estas preguntas:

-         ¿He hecho algo por alguien?

-         ¿Han hecho algo por mi?

 
Ponlo todo en una balanza y decide si te hace falta ampliar tus miras, y crear esos vínculos que un día, te harán sentir el corazón lleno.



jueves, 22 de febrero de 2018


HACER PILATES, ¿UNA MODA O ALGO SALUDABLE?

¿Te has preguntado si sabes como elegir el mejor sitio para hacer Pilates?


Ya hace algún tiempo que la practica del Pilates se ha difundido muchísimo. Academias, Escuelas, Ayuntamientos, piscinas y sobretodo gimnasios, ofrecen clases de esta disciplina, pero no en todos los sitios se da de la misma manera, no todo el que enseña, tiene la misma preparación. Es una actividad muy recomendable, pero a menudo se oyen comentarios negativos o gente que se ha hecho daño. La respuesta a esto, es que igual que en otras disciplinas, bajo el mismo nombre comercial se incluyen actividades muy diferentes y no todas valen para todo el mundo.

Para que entendáis a que me refiero, bajo este conocido nombre se incluyen lo que yo dividiría como tres líneas de trabajo personal:

-         Pilates como rehabilitación

-         Pilates actividad física para evolución personal

-         Pilates como entrenamiento tipo Fitness

 También hay una gran variedad de ofertas, en espacios mas o menos acondicionados con maquinas, y en grandes superficies para grupos numerosos. El mercado y mas en un producto tan de moda, es muy variado, pero debemos elegir concienzudamente como y quien nos imparte esta disciplina, para que sea una experiencia positiva y duradera.


METODO PILATES

Para entender la diferencia entre los varios estilos hay que entender que es el Pilates como lo ideo su creador. Hay muchas publicaciones sobre los orígenes del Pilates, no voy a contar la historia de Joseph Pilates, pero si quiero analizar algunos apuntes históricos, que nos llevarán entender mejor esta filosofía de vida.

Joseph Pilates nace a finales del siglo pasado en Alemania, se traslada a vivir a Inglaterra donde practica Boxeo, trabaja en el Circo como acróbata  y vive la dura experiencia de la 1ª Guerra Mundial en la que fue enviado a un campo de concentración. Ese momento despierta su creatividad y empieza a fraguar su método de trabajo como método de resistencia física y rehabilitación, basta ver las primeras y rudimentarias maquinas que inventa, para darse cuenta que era un hombre de recursos.
 



Tras algunos años en Alemania, en los que trabaja muy de cerca con Bailarines de Ballet, de los cuales toma muchas sensaciones y dinámicas de trabajo, se ve arrastrado de nuevo al mundo militar. En la que fue la decisión mas importante de su vida y para no entrenar a la policía militar Alemana, Joseph Pilates se va a vivir a Estados Unidos donde fija su residencia con su mujer, compañera de vida y de trabajo. En esos años de nueva vida, fragua lo que él llamaba “CONTROLOGÍA”, un método de ejercicio físico que reunía varias filosofías como la técnica clásica, el Yoga, la resistencia física, técnicas de respiración y sobre todo, el control mental, punto de unión de todas ellas.

 

Hay que plantear algunas premisas, para entender de donde sale su método. En Europa se imponía en la Danza Clásica la Técnica Vaganova, una forma de danza clásica vigente aún hoy, en la que prima el control corporal y la resistencia física, sobre otros valores.

Los años de trabajo con Bailarines, hacen que muchos de esos conceptos estén muy arraigados en lo que hoy lamamos Método Pilates.

En esa generación el ejercicio físico era primordialmente para hombres, las clases de educación física se daban por separado para chicos y chicas y a las mujeres se las orientaba hacia otras disciplinas mas comedidas. Pilates quiso crear un método que incluyera hombres y mujeres, pero es evidente que sus comienzos no eran para cuerpos poco preparados, basta ver la dureza de sus ejercicios, que por otro lado, respondían a las costumbres de la época.

Es divertido ver algunos artilugios que creó, como la balanza para el equilibrio y la extensión de la columna. En aquella época las “Señoritas bien” recibían una educación muy singular, en la que se trabajaba la postura poniendo un libro sobre la cabeza y obligándolas a mantenerlo en equilibrio.
 


A lo largo de su carrera Joseph Pilates perfeccionó su método y creó aparatos mas sofisticados para potenciar, corregir y desarrollar las coreografías que hoy conocemos como “Método Pilates”.

Después de su muerte y tras una dura batalla legal por los derechos sobre el nombre y el método, se comercializa y empieza la escalada de expansión que llega hasta nuestros días.

 

Los Maestros de Ballet de mi generación, recordamos que de pequeños, las clases empezaban con unos ejercicios de suelo, rutinas que hoy se comercializan como “Pilates Mat”.

La Danza Clásica en los últimos 50 años ha sufrido un gran cambio, a principio de siglo el bailarín se movía por fuerza bruta, se potenciaba la musculatura y los movimientos se hacían por rutinas, sin demasiados conceptos de anatomía.
 

A lo largo de estos años, la ciencia ha evolucionado, y nos ha dado un concepto muy distinto de nuestro cuerpo. Al conocer mejor nuestro cuerpo, se han incorporado factores facilitadores del movimiento, se ha evolucionado en el estudio del movimiento (Kinesiología) y se ha aprendido sobre la importancia de la nutrición, los estiramientos o el uso de técnicas de fisioterapia en el ejercicio del movimiento.

Todo esto ha hecho que el “Método Pilates” siga siendo un buen trabajo, pero se deba analizar y actualizar, a los criterios docentes actuales.

Al final de este Post os dejo algunos videos mas, para que podáis juzgar por vosotros mismos al ver como se trabajaba en aquella época.

 



DIFUSIÓN DEL PILATES


La indudable utilidad del trabajo del Sr. Pilates, no ha sido inmune a la vorágine comercial de las marcas de moda en gimnasios y otros lugares donde se practica el ejercicio físico. A lo largo de estas décadas nos han invadido varias tendencias como el Aeróbic, la Batuka y recientemente el Zumba, todos nombres comerciales impulsados desde marcas y derechos de explotación.

El Pilates no ha sido inmune, y la indudable validez del método, se ha visto empañada por la vena comercial y las titulaciones que han surgido de centros de Fitness.

La complejidad de algunos movimientos y los conocimientos indispensables de anatomía, hacen que surja la división entre el Pilates impartido por profesionales formados, que trabajan con el alumno de una forma personalizada y en clases particulares o grupos muy reducidos, y lo que se vende como Pilates pero realmente es una Gimnasia de Mantenimiento, impartida en grupos grandes sin el control que debería tener.

Lejos de criticar a los verdaderos profesionales de esta disciplina, creo que se debe poner en valor la gente que estudia y se forma durante años, con conocimientos, no solo del método, si no de anatomía, kinesiología, fisioterapia, danza y un sin fin de estudios más, que llevan a ese maestro, a tratar a su alumno, con la profesionalidad que se merece.

 


COMO ELEGIR EL METODO PILATES QUE MEJOR ME VA


Cuando alguien decide hacer Pilates, debe plantearse algunas preguntas previas:

 

¿Por que he elegido hacer Pilates?

Si los motivos son de salud, algún problema físico que necesite rehabilitación, la elección del centro debe ser siempre ponerse en manos de un profesional bien formado, que trabaje de una forma personalizada mi problema. No debo empezar en grupos numerosos, la forma aconsejable, es tomar algunas clases particulares o muy reducidas, donde el profesor me pueda explicar con claridad las bases del trabajo y diseñar clases específicas para mis necesidades.

 

Si lo que busco es una actividad física moderada, pero que me ponga en forma, el trabajo en un centro con aparatos, me puede dar esa tonificación que quiero.

Es importante aprender a manejar los aparatos, muelles y resistencias correctas, para conseguir los efectos buscados, sin lesionarme.

 

En el Gimnasio me han recomendado hacer Pilates, para iniciar la actividad en un gimnasio o un lugar donde se toman clases en grupo, lo primero que debo plantearme es si ya he practicado algún tipo de ejercicio físico, si tengo control sobre mi cuerpo, y si se controlar mis posiciones y sensaciones sin ayuda. Si la respuesta es SI, puedes apuntarte al gimnasio, si es NO ten cuidado, los ejercicios de Pilates bien guiados son muy saludables, si no, te puedes hacer daño.

 
COMO EVALUAR SI ESTOY APRENDIENDO DE UNA FORMA CORRECTA

Es difícil hacer una auto evaluación, a veces los dolores de las agujetas se confunden con lesiones. Estas son algunas pautas que te pueden ayudar:

-         ¿El profesor me han preguntado algo sobre mi actividad física, trabajo o estado físico antes de empezar las clases?

-         ¿Me han hablado de conceptos básicos como, la elongación de columna, el suelo pélvico, la estabilización escapular, la musculatura del abdomen y otros conceptos básicos que el alumno debe conocer?

-         ¿El profesor me hace correcciones personalizadas?

 
Hay muchas mas preguntas pero, si la respuesta a estas tres es No, te deberías plantear probar algún otro sitio. En cualquier caso, escucha a tu cuerpo, cualquier actividad física es para encontrar nuestro bienestar, si la evolución que experimentas es positiva, has acertado, si no, tal vez no sea la actividad la que falla, si no la forma de tomar esas clases.



¿QUIEN PUEDE PRACTICAR PILATES?

El Pilates es bueno a cualquier edad, siempre que entres en un grupo orientado a tus necesidades. Igual que la danza Clásica, actividad hermana con la que va de la mano, se puede practicar desde pequeños hasta avanzada edad. Es un buen trabajo para las embarazadas y para la recuperación post parto, pero bien hecho, es algo fundamental en la madurez. Cuando tu cuerpo empieza a rechinar y los años pasan factura, un buen trabajo de Pilates te volverá a dar esa energía que necesitas para enfrentarte al día a día.

¿EL PRECIO IMPORTA?

No lo dudes, vivimos en una sociedad de consumo, a todos nos cuesta llegar a final de mes, y a veces, las ofertas de precios “low cost” pueden deslumbrarnos. Pregunta, infórmate y elige bien. A veces lo barato, sale caro, si por elegir el sitio mas económico te haces daño, no habrá merecido la pena.
Por suerte, el mercado ofrece un sin fin de opciones, lo mas importante, es quien te va a dar esas clases, un buen profesor, estará pendiente de tus movimientos y te guiará con pericia, para que el resultado sea bueno para ti. Eso es lo que mas vale, todo lo demás es humo.

EL UNICO CONSEJO VALIDO, ES QUE TE INFORMES BIEN ANTE DE ELEGIR Y QUE SIEMPRE TE PONGAS EN MANOS DE BUENOS PROFESIONALES QUE TE GUIARÁN.
 
 
Articulo escrito por: Rosemary Cocchiglia - Estudio de Danza Gambini
 
ALGUNOS VIDOS MAS, QUE PUEDEN SER INTERESANTES
 
TECNICAS DE ENTRENAMIENTO Y GIMNASIA A PRINCIPIOS DE SIGLO
 
LA ESTRECHA COLABORACIÓN DE JOSEPH PILATES CON ANNA WOLLEY SHAFFER (BAILARINA)
 
LA DUREZA CON LA QUE SE TRATABA EL CUERPO HUMANO A LA EPOCA DEL SR. PILATES ES EVIDENTE
 
UNA DE LAS BIOGRAFÍAS DE JOSEPH PILATES

domingo, 15 de octubre de 2017

SER MAESTRO, UNA PROFESIÓN AGRIDULCE


 
Todo profesor, a lo largo de su vida profesional, da cientos de horas de clases, tal vez miles. Es una transacción comercial, en la que intentas hacer tu trabajo lo mejor posible, quieres que tus alumnos aprendan, a la vez que lo pasan bien. Los alumnos esperan de todo buen profesor, que les haga fácil el trance de aprender algo nuevo, sea lo que sea tiene que ser fácil y divertido, esas son las reglas del juego.

Si esperas ganarte la vida con este oficio, aceptas el reto y utilizas todos tus recursos para alcanzar a esos alumnos que, en el mejor de los casos, están en tus clases dos o tres años y luego siguen su camino.

Es ley de vida, un ciclo sin fin, en el que vuelves a empezar una y otra vez, guardas la pena de la despedida, y recibes con los brazos abiertos a ese nuevo alumno que empieza lleno de ganas.

Cuando empiezas a enseñar, todo es una ilusión, es emocionante aprender como se dan las clases, investigas y aprendes a tu vez. Le sigue una etapa de expansión, donde abres tu mente a todo lo que te pueda hacer crecer, tanto a nivel personal, como en tu faceta de profesor. Ver como logras tus objetivos es un orgullo, normalmente, ese momento profesional, transcurre en tu etapa de juventud madura. La gente te ve bien tanto física como profesionalmente y si eres una persona creativa, es un momento de gran satisfacción personal.

Cada nuevo ciclo de alumnos es una nueva oportunidad de aprender, un nuevo reto, pero pronto todo eso, se vuelve rutina. Los alumnos parecen los mismos, solo un poco menos disciplinados y con menos ganas, cosa que va quemando a ese profesor que aún necesita tener estímulos.

Entre los docentes académicos, esta etapa de rutina y cansancio, puede acabar en un cambio de profesión, o lo mas probable, en alguna que otra baja por depresión.

Los profesores de baile no tenemos esas opciones, está claro que puedes dejar el mundo del baile y dedicarte a otra cosa, esa opción siempre existe, pero quien ha bailado, sabe que esto es una droga que se te mete en la piel y ya no te puedes librar. Muchos profesores de baile, vienen de una vida profesional como bailarines, o por lo menos de haberlo intentado, las clases casi siempre son un plan B, por lo que la decisión de dejarlo, no es fácil, sería un segundo fracaso, por no hablar que muchos, a estas alturas de sus vidas, piensan que no pueden hacer otra cosa.

Todo el mundo necesita estímulos para levantarse de la cama cada día, los ciclos vitales se imponen y es imposible no plantearse a quien pasar esa herencia, esos conocimientos que tanto te ha costado aprender. En ese momento surge la figura del Maestro. Esa persona de mediana edad que ha acumulado respeto profesional, experiencia y unos conocimientos, que alguien debería querer aprender, como un tesoro que pasa generación tras generación.

Yo nací en una época donde existían los oficios, y estos se transmitían de padres a hijos, había la figura del “Aprendiz”, ese jovencit@ ávido de aprender, que estaba junto al profesional intentando recibir toda su sabiduría. Yo misma fui aprendiz junto a mi Maestra Mercedes Quesada y luego, recibiendo todo lo que me podían dar los profesores y maestros que tuve a lo largo de mi vida. Reconozco que tuve suerte al nacer en una generación en la que todavía estaban activ@s muchas figuras del mundo del Baile y pude aprender de ellos.

A lo largo de mi vida profesional, siempre he sentido la necesidad de transmitir lo que se, a mis alumnos. Algunos profesores son celosos de sus secretos, yo me siento feliz cuando veo a un alumno triunfar, y que lo hace porque yo le he enseñado. Lo que ocurre es que para que exista un “Maestro” tiene que haber un “Discípulo”.

Dicho así parece obvio, pero en la sociedad que vivimos, es casi “Misión imposible”. Vivimos un “Mundo al revés”, donde lo que antes se llamaba sabiduría, hoy se llama ser viejo y desfasado. Los jóvenes piensan que todo lo han inventado ellos, se les educa para tener un “Ego” por las nubes, donde ser agradecido, es un signo de debilidad y reconocer que alguien les enseñó, es como decir que ellos no son validos, por lo tanto, inaceptable.

En esta sociedad se valora la juventud por encima de la sabiduría, si tienes mas de treinta y cinco años ya estás en declive, cuando llegas a los cincuenta eres un “viejo al que se le está hiendo la olla” y a partir de esa edad, la pregunta es ¿Cuando te jubilas?

¿ESTAMOS LOCOS????

De verdad que no lo puedo entender, no entiendo esa presunción de algunos alumnos que borran de sus vidas y sus memorias, a los Maestros que les enseñaron, y dicen que aprendieron solos. Esas personas que se visten con las plumas del pavo, haciendo suyo lo que otros les regalaron.

Como decía antes, yo me siento orgullosa cuando uno de mis alumnos sale adelante. Me encanta ese momento en el que oyes a un alumn@ tuyo dar clase y escuchas una de tus frases, o le ves enseñar ese paso que tanto te costó que entendiera. Ese es un momento de gran satisfacción, le has regalado lo que a ti te costó tanto aprender y ves que a pesar de las luchas diarias, de las peleas y malos momentos, esa persona ha aprendido de ti y a su vez lo está enseñando. En ese momento te sientes “un Maestro”. La misma satisfacción se siente cuando uno de tus alumnos triunfa en el escenario o en cualquier otro sector de la vida, porque en ese momento, sientes que un poco de ti, sigue vivo en esa persona.

 
Esa es la evolución que todos los Maestros desearíamos, pero, por desgracia, esta sociedad no educa para eso, mas bien todo lo contrario. Se les enseña a repudiar al Maestro, ese alumno que te debería hacer sentir que vives en él, se avergüenza de reconocer como y con quien aprendió, te borra de su historia, y si puede, te pisotea por el camino.

Los jóvenes de esta generación necesitan vivir en manadas, donde el mas fuerte triunfa y los ancianos son alejados como si tuvieran la peste. Se sienten fuertes, solo rodeados por otros como ellos, el corazón se lo guardan en un bolsillo y viven según los cánones actuales del triunfador.

No se dan cuenta, que la vida es muy justa, y el joven de hoy es el anciano de mañana, dicen que “el Carma pone las cosas en su lugar”, no lo dudo, lo he visto en numerosas ocasiones, pero el Carma no cicatriza las heridas de ese Maestro despreciado en la plenitud de su vida, como si fuera un trapo viejo. Tal vez el alumno, al vivir lo mismo, aprenda cual fue su error, pero eso no me vale, si me hiciera feliz estaría deseando vengarme y no es lo que quiero. Es una pena que el hombre sea un “Animal” tan tonto que aprenda siempre tarde. No se puede volver en el tiempo y recuperar esos momentos perdidos, “todo lo que me quedó por aprender”.

Ser Maestro es un regalo que recibes de alguien que amaba su profesión, y te hizo que la amaras, un legado que se transmite, no se compra. Puedes pagar un millón de clases, pero si no hay alguien que te quiera enseñar, pasas por ellas como llegaste.

Muchos bailarines llegan a un punto en el que dicen “Estoy bloqueado, no consigo avanzar” se frustran y generalmente entran en un bucle, del que pocos salen. Mi opinión es que todos los bailarines antes o después, llegan a ese momento de “Ego” en el que piensan que sus Maestros ya no les pueden enseñar. Que ellos saben mas y que lo que se les dice es una perdida de tiempo. Ese momento, que parece no tener importancia, ha acabado con la carrera de muchas personas que, imbuidas de esa supuesta “Sabiduría”, dejan de aprender.

Los que habéis sido Maestros, me entenderéis, ese es el momento mas frustrante de un profesional, ves como todos tus esfuerzos no sirven para nada y cuanto mas intentas tirar de ese alumno mas te desprecia, es triste pero no te queda mas remedio que dar un paso atrás y ver como tu trabajo se va a la porra.

Ser Maestro es una vocación, es la mejor profesión del mundo cuando das con ese alumno agradecido, pero también es la mas frustrante, cuando ves tus esfuerzos diluirse en el “Ego” de ese alumno presuntuoso. Tengo cincuenta y cinco años muchos alumnos a mi espalda, no cambiaría mi trabajo por ningún otro, pero reconozco que hay momentos en los que me pregunto si tanto esfuerzo merece la pena.

La respuesta, es la que supongo habrán dado otros muchos maestros:

SOY MAESTRA, ES LO QUE SE HACER Y SI SOLO UNO DE MIS ALUMN@S, HABRÁ APRENDIDO DE MI, HABRÁ MERECIDO LA PENA.

 

¿SERÁS TU ESE ALUMN@?

viernes, 15 de septiembre de 2017

 

 

EMPATIA - DON Y CASTIGO DE SENTIR A LOS DEMAS
 
Hace casi un año que no escribía para el Blog, mil ideas inacabadas, que espero algún día tomen forma, pero nada que me diera el empujón definitivo para ponerme a escribir.
En este tiempo, un sin fin de acontecimientos han entrado y salido de mi vida, cosas buenas y malas, ilusiones y decepciones, muchos disgustos, lagrimas, y algunos momentos de alegría, que hacían que todo se borrara. La verdad es que nada se borra, solo se diluye, porque lo bueno siempre pesa mas que lo malo, pero esos momentos malos siguen al acecho y te hacen tomar decisiones, encrucijadas del camino, que día tras día, te hacen avanzar por el largo camino de tu vida.
 
 
Soy una persona reflexiva, y no puedo archivar las cosas que me pasan sin darles mil vueltas, las preguntas se suceden en mi cabeza ¿Porque ha pasado?, ¿Que ha generado esa situación?, ¿Podría haber hecho las cosas de otro modo?.
Generalmente me guío por mi instinto, mi intuición me suele alertar cuando las cosas no van bien, mi reacción suele ser intentar saber un poco mas antes de decidir, reflexionar, hablar y al final del proceso, DECIDIR.
En mi trabajo manda el sentido común, pero por desgracia, en mi vida privada, me dejo llevar demasiadas veces, por el cariño hacia las personas de mi mundo. Una y otra vez trago por situaciones, que mi orgullo me dice “No puedes aceptar eso”, “Te están tratando mal”, pero, a pesar de esos avisos de mi cabeza, a pesar de conocer las consecuencias de esos momentos, pongo por delante los intereses de mis seres queridos.
 
 
 
Es una rutina aprendida desde pequeña, me educaron en la empatía, lo que no sabía mi madre, cuando de niña me inculcaba esos principios, era que estaba creando en mi, un ser vulnerable, que una y otra vez sufre por ponerse en el lugar de “Otro”.
Dicho así suena raro, si nos educan para entender a los demás, no es nada malo, al contrario, yo creo que es lo que falta en esta sociedad, pero, cuando lo que le pasa a los demás lo haces tuyo, eso se considera “Intromisión”.
Soy una persona cauta, no me abro a cualquiera y menos dejo que cualquiera entre en mi vida. Suelo ser desconfiada, y eso hace que acepte a mi lado a muy poca gente, pero en cambio, me abro a ayudar, a todo el que pueda.
Cuando te comportas así, es muy fácil rodearte de gente aprovechada, que ve en ti, una posible fuente de ingresos, que te utiliza, y que piensa que te puede manejar.
“GRAN ERROR”
No se debe confundir tener un animo noble y con ganas de ayudar, con ser débil y manejable. Generalmente las personas como yo, somos muy conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor, pero a pesar de todo, decides prestar tu ayuda.
A diario, es una lucha interna, sopesas pros y contras, lo que esta bien y lo que no quieres, le das mil vueltas a cada decisión, y hay momentos en los que la cabeza, parece que va a estallar.
El colapso total viene cuando, un día decides hacerte valer, y por fin, dices un “Hasta aquí”, en ese momento, que generalmente viene tras años de anularte a ti mismo, de hacer caso omiso de tus sentimientos, de no escuchar como te afecta cada situación, y de como te has sentido menospreciado una y otra vez. En ese momento, vienen las palabras fatídicas, esas que te rompen definitivamente en mil pedazos. Esa misma persona por la que has luchado tanto, te dice “Eres una egoísta que solo piensas en ti”
 
Dicen, que cuando tienes la conciencia tranquila, no te debería importar lo que los demás piensan, pero eso son patrañas.
 
Cuando decides ayudar, no lo haces esperando nada a cambio, no es una compraventa, no quieres que la otra persona haga nada, pero tampoco que sea tan insensible a todo lo que haces, como para no darse cuenta. Y mucho menos que desprecie tus acciones, diciendo, como he oído mas de una vez, “Ella es así”.
 
Si es cierto, soy así, preocuparme e intentar hacer todo lo que esta en mi mano, forma parte de mi carácter, pero nadie me obliga a ayudar, a dar y a preocuparme, es algo que elijo hacer y debe ponerse en el justo valor.
 
Algunos dirían que hablo así, porque me he rodeado de las personas equivocadas, puede ser, tal vez no he sabido elegir a las personas por las que me he preocupado, y seamos sinceros, me sigo preocupando. Pero no es fácil, cada decepción, me la tomo como una lección de vida e intento aprender de ella, pero la humanidad es como es, buitres al acecho, y distinguir entre todos ellos a quien merece la pena ayudar, es una tarea casi imposible. Solo te puedes guiar de tu corazón.

Cada día, se acercan a mi, personas de las que percibo cosas, energía positiva o negativa, que bloqueo una y otra vez. La dejo fluir porque no me afecta. Pero cuando es alguien que quieres, la cosa cambia. A veces intento distanciarme, pero no puedo evitar sentir lo que siente esa persona, y algo dentro de mi, me hace ponerme en su lugar, no lo puedo explicar de otra manera, son sensaciones, que quien las haya sentido, las entenderá.
Es como cuando una madre sabe que su hijo esta en peligro, solo lo sabe, no hay una explicación, solo debes valorar tus emociones y decidir si debes actuar, o estarte quieto.
Es una lucha continua con tigo mismo, pero a veces, no se debe intervenir, a veces, hay que dejar que cada uno recorra su camino y aprenda de sus errores. Otras en cambio, te involucras, y si está en tu mano, intentas ayudar.
 


 
En ese momento estas perdido, has tomado una decisión, la de dejar que los problemas de esa persona te importen, a partir de ese momento, empieza un camino que raras veces acaba bien.
Mientras estés dispuesto a darlo todo, a anularte una y otra vez por ayudar, todo va sobre ruedas. Al principio todo fluye, eres muy “maja”, todos son sonrisas y hasta te dan las gracias, pero el proceso sigue, cada vez la demanda es mayor, cada vez te involucras mas, y si le llegas a coger cariño a esa persona, ya estas perdido.
La etapa de agradecimiento suele venir seguida por la de exigencias, en ese momento es cuando caes en la trampa, tu cabeza te dice “Sal corriendo, esto no va bien”, pero si la persona en cuestión ha sido hábil, y se ha ganado tu cariño, “Tu, te quedas”.
En ese momento te empiezas a ignorarte a ti mismo. Pasas por alto situaciones, que tu orgullo no te lo habría permitido, viniendo de otra persona. Tragas y tragas, hasta que un día, te das cuenta que te estás anulando a ti mismo. Es la sensación de volverse transparente, tu ya no importas, te has vuelto un “Yonki” de la vida de otros. De alguna manera te has anulado tanto, que ese requerimiento constante de atención por parte de las personas de tu entorno, es lo que llena tu vida. Querer gente a tu lado estaría bien, todos necesitamos formar parte de algo, y que las personas que te importan formen parte de tu vida, pero en este caso no es así. La sensación es unilateral, tu sientes que esas personas forman tu vida, pero tu no estás en la de ellos, solo eres una herramienta mas, que usan cada día, y desechan cuando ya no la necesitan.
Mientras des y des, sin rechistar, todo está bien, pero si en algún momento alzas la voz y dices ”Soy una persona, yo también importo”, entonces eres “Egoísta”, eres alguien prescindible e incomodo.
Recibirás malos modos, exigencias, y toda clase de desprecios. Si aún así, sigues diciendo “Existo”, entonces el mas frió de los desprecios y serás apartado de sus vidas, ya no eres útil, solo eres alguien molesto, que se entromete.
 
En la cabeza surgen mil preguntas:
¿Debes luchar por esa persona? – Si pero dentro de unos limites razonables que no acaben con tigo.
¿Cuales son esos limites? – Esa es una pregunta difícil, cada uno tiene una capacidad de aguante y no creo que haya una respuesta, pero lo que si tengo claro, es que el momento que te sientas en peligro, “Corre”
¿Te debes sentir culpable por no hacer algo? – Creo que si tienes la conciencia tranquila de haber luchado y haber hecho todo lo que estaba en tu mano por esa persona, no te debes sentir culpable, pero es inevitable que te preguntes ¿Podría haber hecho algo mas?
Siempre hay algo mas que se puede hacer, pero, para ayudar, la otra persona tiene que querer ser ayudada. Si hay un NO por parte de esa persona, te debes apartar.
¿Te debes sentir culpable por sentirte mal? – Creo que sentirse mal en estas circunstancias, en algo normal, el cariño sigue existiendo y es inevitable que te duela alejarte de alguien que quieres.
¿Es malo llorar? – Tajantemente NO – Llorar es una de las mejores cosa que nos ha dado el cuerpo y la mente humana, es una forma sana de desahogo que, quien la niega, es que tiene miedo a romperse. Mucha gente piensa que llorar es de débiles, yo creo que es de fuertes, dejar que salgan los sentimientos y mas que alguien te vea en ese momento, no es un signo de debilidad, mas bien de que sabes quien eres, y no te da miedo ser vulnerable.
¿Como enfrentarte a ese momento de bloqueo? – No puedo dar una respuesta, cada situación es diferente y cada persona es un mundo, lo que tengo claro, es que demasiadas veces, se acaba tirando de “crear paredes”, que muy lejos de ayudar a solucionar problemas, los agrandan mas.
 
NO SE SI ESTAS REFLEXIONES DE MI VIDA PUEDEN AYUDAR A ALGUIEN. HABRÁ QUIEN REFLEXIONE Y LLEGUE A SUS PROPIAS CONCLUSIONES, Y QUIEN PIENSE, “VAYA LOCA ESTA”. YO SIGO LUCHANDO POR MI VIDA, POR LA GENTE QUE ME IMPORTA Y POR ENCONTRAR MI CAMINO.

¿TU QUE ESTAS HACIENDO?